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La Madre Teresa de Calcuta dijo en una ocasión: “Si podemos aceptar que una madre mate a su propio hijo, ¿cómo podremos decirle a los demás que no se maten?” La aceptación de uno, garantiza el otro. Ese es el precedente peligroso.

El estado de la Florida es el tercero, después de Nueva York y California, en el número de abortos realizados cada año. De acuerdo con el Departamento de Estadísticas Vitales de la Florida, en el año 2009 se realizaron 82,038 abortos. La mayoría de los floridanos, incluyendo los católicos, probablemente desconozca este triste hecho.

Alertamos sobre la advertencia de la Madre Teresa, pero parece que pocas personas quieren escuchar. Hay gente que continúa pensando que puede controlar quién vive y quién muere, sin consecuencias.

Nuestras decisiones tienen consecuencias. La falta de respeto por el comienzo de la vida – a través del aborto, el infanticidio, la fertilización in vitro, la investigación con células madre embrionarias, y la anticoncepción – ha creado el marco para lo que está a punto de ocurrir en la Florida.

El ataque más reciente a la vida viene de los partidarios de la eutanasia. Los nuevos objetivos de la cultura de la muerte son los enfermos y los ancianos.

Pronto comenzaremos a ver carteleras a lo largo de las avenidas de nuestro estado, con mensajes sobre el derecho a morir, como “Mi Vida, Mi Muerte, Mi Opción”, de la red Final Exit (Salida Final).

Final Exit cuenta con 3,000 miembros a través de la nación, y ha asistido docenas de suicidios. La red toma su nombre del libro de gran venta, "Final Exit: The Practicalities of Self-Deliverance and Assisted Suicide for the Dying" (“Salida Final: Aspecto Práctico de la muerte por Auto-Liberación y Suicidio Asistido”), por Derek Humphry, publicado en 1991. El primer capítulo del libro indica: “Si usted considera a Dios el maestro de su destino, no lea más”.

Humphry, asesor de la organización, expresó que esta es la primera campaña sobre el derecho a morir en los Estados Unidos que utiliza carteleras. Miembros de Final Exit informan que se escogió al estado de la Florida por su población anciana. Los terapeutas han descrito la pancarta como “irresponsable”, y argumentan que puede ser una motivación para los adolescentes con problemas u otras personas en riesgo de suicidio.  

Muchas personas desconocen que el primer programa serio de eutanasia comenzó en la Alemania nazi. Comenzaron poco a poco matando a la gente “defectuosa”, a los discapacitados mentales y a las personas con deformaciones; luego declararon que había una raza “defectuosa”, a la que también mataron. Las primeras cámaras de gas se encontraban en los hospitales de los pacientes mentales.

Si, como sociedad, aceptamos la eutanasia y el suicidio asistido, ¿a quiénes les corresponderá matar? ¿A los mismos doctores que juramentaron sanar? Hasta Hipócrates, el médico pagano del siglo 5to, entendía que no se puede hacer ambas cosas a la vez; el Juramento Hipocrático que, hasta hoy, es recitado por todos los nuevos doctores, dice: “…A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin”.

“La Iglesia Católica enseña, y siempre ha enseñado, que toda la vida humana tiene dignidad, y que toda la vida humana es preciosa”, dijo un vocero de la Arquidiócesis de Newark, donde Final Exit se anunció en una cartelera en junio.

Nuestro Santo Padre, Benedicto XVI, describe lo que sucederá a la raza humana si el plan de Dios para nosotros es reemplazado por la visión distorsionada del hombre para la vida humana: “Donde se pierde el sentido de la dignidad excepcional de cada persona… el proyecto de la humanidad se deforma horriblemente, y su libertad, desprovista de normas, se torna monstruosa”.

Señor, tienes el control de mi vida, mi sufrimiento y mi muerte. Que jamás lo olvide.

Miami, anfitriona de la conferencia del Respeto a la Vida, 29-30 de octubre
El tema de la conferencia del Respeto a la Vida de la Florida es “Ignite the Spark Within Us!”  (¡Enciende la Chispa en Nosotros!), cuya anfitriona es la Arquidiócesis de Miami. Se realizará los días 29 y 30 de octubre en el Fort Lauderdale Marriott North Hotel, 6650 N. Andrews Ave., en Fort Lauderdale. Para más información visite http://www.respectlifemiami.org/RLConference.html.

Comments from readers

Brother Jay Rivera, OSF - 10/06/2010 04:25 PM
To challenge whether or not the billboards will lead to suicide is missing the moral mark. The question is rather simple. �When did God give man the right to decide to take his life or accelerate the death of a loved one entrusted to his or her care?� If we deny the value of suffering, how can we believe that we are redeemed by the passion of Christ?

My sister was euthanized. She was not dying. She was severely disabled. However, someone decided that she should �die with dignity.� Therefore, they took away her feeding tube, hydration and antibiotics. Despite the efforts of her brothers get those responsible to reverse this horrible decision; the law supported the decision to allow her �to die with dignity.� The law did not factor in that she was part of many people's lives and that her presence would leave a void that no one else could fill. The law did not take into account that she was a mother, sister and aunt to a loving family. Death with dignity failed to factor in the whole of her life and the lives of others affected by her premature death. To forget who a person is in relation to his Creator, family and friends is to deny the genesis of human dignity. Our dignity is not in how we die, but in our relationship with God and man.
Barbara Groeber - 10/06/2010 10:29 AM
I find it interesting that one would connect what the Nazi's did in Germany to a movement in this country that is all about protecting life. I can well imagine that the people in Germany never would have imagined that the subtle beginnings Joan is talking about would have led to such a widespread euthanasia movement. Similarly, Americans have difficulty imagining that our so called �right to choose� an abortion and now euthanasia, would someday lead others to force those decisions upon us. When the state of Florida was in the process of allowing Terry Schiavo to be dehydrated and starved to death, a warning was issued by Netherlands telling us not to go down this road as their current euthanasia laws had similar beginnings. I for one do not want to wait for the evidence to prove that a depressed teenager might act upon seeing a billboard that reads: �My Life, My Death, My Choice.�
Bob Levine - 10/05/2010 10:45 AM
The argument continues, "Therapists (or someone) say it will lead to suicide". They offer no evidence that this is true nor is it reasonable to think that reading a billboard will do so.

What they are really saying is that we insist you believe as we do. That is in fact what the Nazi's did.
Richard DeMaria - 10/05/2010 09:05 AM
Joan, It has always been important to have your voice reminding me of the danger that a culture of death poses for the human race. The principle of the slippery slope is an important one and is best illustrated in the history of Nazi Germany. Thanks you for an excellent survey article. Richard

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