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Feature News | Wednesday, October 15, 2014

Sirviendo a aquellos que sirven a los encarcelados

El Arzobispo Wenski celebra por primera vez una Misa para las familias de los encarcelados

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El Arzobispo Thomas Wenski se retrata después de la Misa con Yraida Guanipa, ex reclusa que fundó una organización para mantener la conexión entre los reclusos y sus hijos, y el diácono Edgardo Farías, director del Ministerio de Detención de la Arquidiócesis.

Fotógrafo: MARLENE QUARONI | FC

El Arzobispo Thomas Wenski se retrata después de la Misa con Yraida Guanipa, ex reclusa que fundó una organización para mantener la conexión entre los reclusos y sus hijos, y el diácono Edgardo Farías, director del Ministerio de Detención de la Arquidiócesis.

MIAMI | Una congregación escondida en la arquidiócesis – los familiares de los encarcelados, y los voluntarios que los apoyan – consiguieron algo que siempre han querido: su primera Misa para ellos y sus seres queridos. 

"Lloré — fue maravilloso ver el poder de Dios, y sentir la paz y el fuego del Espíritu Santo", dijo entre lágrimas Imelda Medina, una de los muchos colaboradores del Ministerio de Detención de la Arquidiócesis. "Se demostró que no estamos solos", agregó. 

Más de 300 personas, desde voluntarios regulares a grupos organizados, asistieron el 4 de octubre a la Misa celebrada por el Arzobispo Thomas Wenski en la Catedral de St. Mary. 

Los emplumados Caballeros de Colón, quienes donaron rosarios al Ministerio de Detención, formaron una guardia de honor.

La procesión incluyó 16 Caballeros de Malta, con sus túnicas negras adornadas con cruces de Malta. Uno de ellos, Andy Vissicchio, dijo que la orden donó 9,500 Biblias y libros de oración a los reclusos en la Florida el año pasado. 

También asistieron dos hermanas de las Misioneras de la Caridad, la orden fundada por la Madre Teresa. Las Misioneras este año empezaron a visitar a la Institución Correccional de Homestead, una prisión para mujeres. 

"La gente principalmente nos ve alimentando a los pobres, pero visitar a aquellos en prisión también es parte de nuestro apostolado", dijo la Hermana Lima, una de las Misioneras. 

Alejandra Saucedo, de Dreamer's Moms (Madres de Soñadores), les habla a los participantes durante la recepción  que siguió a la Misa El grupo trabaja en favor de la justicia y la dignidad de los inmigrantes.

Fotógrafo: MARLENE QUARONI | FC

Alejandra Saucedo, de Dreamer's Moms (Madres de Soñadores), les habla a los participantes durante la recepción que siguió a la Misa El grupo trabaja en favor de la justicia y la dignidad de los inmigrantes.

El otro lado del apoyo a los encarcelados fue representado por Zully Mar Vidal, quien coordina todas las actividades con el Ministerio de Detenciones. Ella co-presenta un programa sobre el ministerio en Radio Paz (830 AM), de 9 a 10 a.m. los martes.

"Oramos por los encarcelados", dijo Mar Vidal, quien también trabaja con un grupo de oración de Emaús en la parroquia St. Mark, en Southwest Ranches. "Como dijo el Papa Francisco, ellos podrían ser tu vecino de al lado. A veces, tú no estás en una prisión físicamente, pero sí en una prisión del corazón. Es por eso que Cristo murió por nosotros". 

El Diácono Edgardo Farías, director del Ministerio de Detención y organizador de la Misa, dijo que estaba muy contento con los resultados. "Para mí, fue un momento histórico", dijo el Diácono Farías. Agregó que tenía la intención de convertirlo en un evento anual. 

La homilía del Arzobispo Wenski fue, por momentos, educativa, alentadora y estridente. 

"Los encarcelados no son sólo hermanos y hermanas de Jesús. Ellos son tus padres, tus madres, tus hijos y tus hijas, tus hermanos y hermanas", dijo. "Y si bien puede ser cierto que los que están en la cárcel están allí para pagar una deuda con la sociedad, también es cierto — y muy doloroso — que las familias de los encarcelados también son forzados a pagar una deuda que no cometieron". 

El arzobispo dijo que más de 2,2 millones de estadounidenses están en prisión cada día, y 13,5 millones están allí cada año — más que cualquier otro país occidental, y más que la Unión Soviética alguna vez tuvo. 

Denunció "a los sistemas penales que almacenan internos", a menudo cientos de millas lejos de sus familias. Incluso dijo que las condiciones en las prisiones de los Estados Unidos — con enfermedades y violencia sexual — equivalen a un "castigo cruel e inusual", una violación de los derechos constitucionales. 

"Hoy, en esta Misa, Jesús a través de su cuerpo que vive hoy — es decir, a través de su Iglesia — desea abrazar a todos ustedes, las familias de los encarcelados. Y a través tuyo, Jesús desea abrazar a tus seres queridos que están en prisión", dijo el Arzobispo Wenski. "Esta tarde, aunque están muy lejos, y hay paredes que te impiden abrazarlos, tus oraciones pueden ayudarlos a sentir que Jesús está cerca de ellos y que los acepta". 

Esa última parte resonó en Tania y Alejandro García, cuyo hijo, Marlon, ha sido trasladado a prisiones en Texas y Minnesota. Acusado de conspiración para el tráfico de drogas, Marlon está esperando juicio hace cuatro años, dijeron sus padres. 

"Tenemos miedo — no sabemos cuándo va a volver", dijo Tania García, quien asiste a la Iglesia St. Kevin, en Miami. Pero dijo que estaba "muy enriquecida" por la Misa del 4 de octubre, y dijo que le diría a su hijo que "Dios ha puesto a todos sus ángeles en su camino". 

Una cena recepción después convirtió el ambiente casi en una manifestación festiva, con canciones y discursos. Siete "Dreamers' Moms" (Madres de Soñadores), que trabajan por la reforma migratoria, posaron para las fotos con el arzobispo en sus brillantes camisetas azules. 

Entre los presentes estaba Colleen McGuire, quien trabajó con el arzobispo en el ministerio de detención cuando era obispo de Orlando. Elogió su homilía como "puntual". 

"Es algo que no se puede entender hasta que te sucede", dijo McGuire. "Este trabajo está cerca de mi corazón". 

La idea de una Misa por los encarcelados en sí nació tras las rejas, dijo Yraida Guanipa, una ex reclusa. Hace aproximadamente una década, dijo, el entonces Obispo Wenski de Orlando celebró Misa en un campo de prisioneros en el centro de La Florida. Después de cumplir su condena, Guanipa fundó su propio programa de apoyo para los presos: Yraida Guanipa Institute, dedicado a mantener una conexión entre los reclusos y sus hijos.

También instó al ahora-Arzobispo Wenski a dar una Misa para las familias de los encarcelados en el Sur de La Florida. 

"Cuando la gente va a prisión, son rechazados por todos — y sus hijos son rechazados, también", dijo Guanipa en una entrevista. "Queremos crear conciencia para que la sociedad tenga compasión de ellos". 

Entre los que trabajan con ella está Betty Gorman de Deerfield Beach. Encarcelada por tres años y medio por vender medicamentos recetados "con etiquetas falsas” por internet, ahora manda regalos a los hijos de los internos a nombre de sus padres. 

"La Misa fue tan hermosa", dijo Gorman, quien es judía. "Fue un estímulo. Pero fue tan pequeño, comparado con lo que está sucediendo en este país".  

Caballeros de Malta toman parte en la Misa para las familias de los encarcelados. La orden donó 9,500 Biblias y libros de oración a los reclusos en la Florida el año pasado.

Fotógrafo: MARLENE QUARONI | FC

Caballeros de Malta toman parte en la Misa para las familias de los encarcelados. La orden donó 9,500 Biblias y libros de oración a los reclusos en la Florida el año pasado.


MÁS INFORMACIÓN

El Ministerio arquidiocesano de Detención tiene un inmenso trabajo: apoyando a 1,500 personas en las prisiones federales y estatales — y en las cárceles del condado, de inmigración y centros de detención juveniles — en los condados de Monroe, Broward y Miami-Dade. Pero el Diácono Edgardo Farías puede contar con 250 voluntarios, siete sacerdotes y siete diáconos. 

Alentado por el éxito de la Misa, está comenzando los planes para una conferencia en el 2015 de abogados, capellanes y voluntarios sobre cómo servir mejor a los reclusos. Se llamará Conferencia San Dimas, por el ladrón arrepentido que fue crucificado con Cristo, y probablemente se celebrará en septiembre. 

Los temas incluirán las dificultades en el sistema penitenciario y los gastos de representación legal. Lo más importante, dijo el Diácono Farías, la conferencia buscará maneras de prevenir que los jóvenes se metan en problemas — especialmente de 3 a 5 p.m. entre semana, cuando muchos de ellos salieron de la escuela y están en casa sin supervisión.

Para obtener más información sobre el Ministerio de Detención de la arquidiócesis, vaya a www.detentionministry.com

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