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Feature News | Monday, April 20, 2015

La Vida Consagrada es ser �total y exclusivamente� para Dios

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MIAMI | El 30 de noviembre del 2014, primer Domingo de Adviento, comenzó el Año de la Vida Consagrada, que culminará el día de la fiesta de la Presentación del Señor, el 2 de febrero del 2016. El año fue proclamado por el Papa Francisco.

¿Y qué es la Vida Consagrada? “La Vida consagrada es ser total y exclusivamente para Dios, para su servicio y para el servicio de la Iglesia y de la humanidad”, dijo la Hna. Ana Margarita Lanzas, directora de la Oficina de Religiosos de la Arquidiócesis de Miami y miembro de la comunidad religiosa Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, fundada en Miami.

Todos los cristianos están consagrados a Dios por el bautismo, pero los consagrados, en este caso, son hombres y mujeres que en algún momento específico recibieron un llamado especial de Dios.

“Este llamado es a consagrarnos a Él, de manera total y exclusiva, donde libremente dejamos todo lo que es bueno y lícito para ser solo y exclusivamente de Él”, dijo la Hna. Lanzas.

La Hermana Ana Margarita Lanzas de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María y directora de la Oficina para los Religiosos de la Arquidiócesis de Miami durante la conferencia El Acontecimiento Guadalupano Parte II, realizado en la parroquia St. Thomas the Apostle, en Miami, en febrero pasado.

Fotógrafo: ROCIO GRANADOS

La Hermana Ana Margarita Lanzas de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María y directora de la Oficina para los Religiosos de la Arquidiócesis de Miami durante la conferencia El Acontecimiento Guadalupano Parte II, realizado en la parroquia St. Thomas the Apostle, en Miami, en febrero pasado.

“Los consagrados recibimos este llamado de Dios, lo sentimos en nuestro corazón y nos adentramos en un proceso de discernimiento donde lo confirmamos” añadió.

Una vez que se confirma, “se busca el lugar donde se desea vivir”, explicó, refiriéndose a las diferentes comunidades religiosas con sus diferentes carismas, o sea, “una forma de vida, un camino, un itinerario espiritual y apostólico que vaya a ser la tierra donde esta semilla se siembre y entonces el árbol crezca”. Lo “bueno y lícito” que se deja atrás es el matrimonio, el tener hijos y tener bienes, entre otras cosas.

La vocación consagrada a la vida religiosa tiene tres votos: Los votos de pobreza, de castidad y de obediencia. Mediante el voto de castidad, los consagrados renuncian a todo amor que no sea exclusiva y únicamente el de Dios.

También se renuncia a todos los apegos humanos. “Renunciamos a formar una familia de sangre, pero no renunciamos a formar una familia, porque formamos una familia en la vida religiosa con nuestros hermanos o hermanas”, dijo la Hna. Lanzas. “No dejamos de ser madres. No tendremos hijos naturalmente, pero tenemos hijos e hijas espirituales que amamos con todo nuestro corazón y les servimos, y nos donamos y nos gastamos para el bien de todos ellos”.

Mediante el voto de pobreza, los consagrados renuncian a la acumulación de bienes materiales para ellos mismos. 

Las comunidades religiosas tienen que cumplir con las responsabilidades económicas como todas las personas: “no vivimos del aire, tenemos que pagar medicinas, estudios, vivienda, etc.”, explicó. Pero la comunidad se encarga de proveer todo lo necesario para que los religiosos puedan caminar más libremente hacia la meta, y estar siempre dispuestos a realizar el trabajo o misión apostólica que tengan que desarrollar.

El voto de obediencia consiste en cumplir todas las reglas del instituto, y en obedecer a los superiores, al Padre o la Madre General, a los provinciales y a los superiores inmediatos.

“Por medio del voto de obediencia los religiosos ofrecen a Dios su libertad para disponerse a cumplir en todo su voluntad, y así realizar sus designios de amor manifestados a través de la autoridad legítima de cada instituto”, señaló la Hna. Lanzas.

“Para nosotros, los religiosos, nuestro camino de santidad se recorrerá siempre a través de los votos que profesamos.

Debemos trabajar arduamente y buscar seriamente el camino de la perfección y la santidad. No olvidemos que aunque seamos religiosos o consagrados, necesitamos una continua conversión.
Nosotros, como todos, sufrimos la herida que nos dejó el pecado original y debemos estar vigilantes para que nuestras opciones de vida estén de acuerdo a los valores evangélicos, a nuestro carisma fundacional y siempre haciendo la voluntad del Señor. Que el Espíritu Santo sea quien rija toda nuestra existencia” agregó.

Los consagrados, además tienen un llamado especial a la vida de oración. “Tenemos que orar, no solamente la Liturgia de las Horas, que todos los consagrados rezamos, incluso el Papa, sino también un tiempo de oración personal, meditación de la Palabra de Dios; asistir a la Misa diariamente, recibir al Señor sacramentalmente, confesarnos frecuentemente e interceder por las necesidades de nuestros hermanos”.

Una vida de oración profunda es necesaria, porque “si uno no está alimentándose de Dios, ¿qué va a dar? Y si uno no está en constante comunicación con el Señor, ¿cómo se va a fortalecer?”, añadió.
“Es también de gran importancia la devoción a la Santísima Virgen. Ella ha de ocupar un lugar muy importante en la vida de todo consagrado; es nuestra Madre y es modelo de consagración total a Dios y de disponibilidad total a servirle’’.

Para los consagrados, la proclamación del Año de la Vida Consagrada ha sido muy significativa, ya que es un llamado a toda la Iglesia a redescubrir el don y la misión de ellos. Es algo que los consagrados “teníamos en el corazón y en la mente”, dijo la Hna. Lanzas, anotando que ha habido años dedicados a diferentes áreas, como el Año de la Eucaristía (2004 – 2005), proclamado por San Juan Pablo II, y el Año Sacerdotal (2009 -2010), proclamado por Benedicto XVI.

El Papa Francisco, en su carta apostólica dirigida a los religiosos por el Año de la Vida Consagrada, citó la Exhortación Apostólica Vita Consecrata del Papa San Juan Pablo II: “Ustedes no solamente tienen una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Pongan los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu los impulsa para seguir haciendo con ustedes grandes cosas”.

También el lema escogido para este año, “Despierten al mundo”, les dice mucho a los religiosos.

“El Papa Francisco lo ha dicho en diferentes encuentros con los religiosos en Roma. Hay que despertar al mundo en un momento en que el testimonio de la vida consagrada es sumamente necesario”, dijo la Hna. Lanzas. “Desafortunadamente, en las últimas décadas ha habido un descenso notable en las vocaciones a la vida religiosa. En este año de gracia los religiosos debemos despertar al mundo y a las familias para que contemplen el esplendor y la belleza de esta vocación”.

Según los datos más recientes obtenidos de la Agencia Fides, entre los años 2011 y 2012, se notó una disminución global de 10,677 mujeres en el número de religiosas, marcadamente en Europa y en América — aunque hubo un aumento de cerca de 3,000 en África y Asia— para un total de 702,529 religiosas en todo el mundo.

Por otro lado, el número de religiosos (no sacerdotes) ha aumentado ligeramente con respecto al año anterior, de 55,085 a 55,314. Este aumento se ha registrado en todos los continentes con excepción de América.

La Hna. Lanzas dijo que las familias están sufriendo mucho, entre otras cosas por la falta de fe, por el apego a lo material y por no darle prioridad a los valores fundamentales. También los jóvenes confrontan grandes retos, como el vivir en un mundo donde el placer y lo más fácil son el camino más común a seguir.

“Con todo eso, ¿cómo tú cultivas las vocaciones? Fortaleciendo a las familias, creciendo en la Fe, volviendo a lo esencial, y fomentando una cultura de amor, servicio, solidaridad, y de entrega amorosa a los demás. No debemos perder las esperanzas. Mientras existimos hay siempre la posibilidad de mejorar, de crecer, de encontrar a Dios, de amarlo y dejarse amar por Él. Es allí donde la Iglesia tiene que ponerse a trabajar”, enfatizó.

El Papa ha suscitado este Año de la Vida Consagrada precisamente para decirle al mundo: “¡Oigan!, el mundo no es solamente eso que están viendo. Miren el ejemplo de estos hombres y mujeres que lo dejan todo por el Todo, que se entregan en alegría, en generosidad, en plenitud, y se realizan en esta vocación tan hermosa. Mírenlos, recemos por ellos”, señaló la Hna. Lanzas.

La celebración del Año de la Vida Consagrada también coincide con el 50 aniversario de la Constitución Dogmática Lumen Gentium sobre la Iglesia, que en el capítulo sexto trata sobre los religiosos; y del decreto Perfectae Caritatis sobre la renovación de la vida religiosa. Ambos documentos fueron promulgados durante el Concilio Vaticano II.

PARA SABER MÁS:

Con motivo de la celebración del Año de la Vida Consagrada, el Comité para el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, USCCB está organizando las siguientes actividades:

Día de Misión y Servicio con los Religiosos, durante el verano del 2015. Los eventos incluirán compartir con los religiosos en sus apostolados o proyectos especiales, tales como asistir a los ancianos, ministerios para los pobres e indigentes y asistencia para los necesitados.

Día de Oración con los Religiosos, 13 de septiembre del 2015. Los eventos incluirán vísperas, el rezo del Santo Rosario, horas santas en conventos, monasterios, casas religiosas y parroquias.

También la USCCB ha realizado tarjetas de oración, videos sobre la vida consagrada y otros recursos disponibles en internet a través de su página web: http://www.usccb.org/beliefs-and-teachings/vocations/consecrated-life/year-of-consecrated-life/

Por su parte, la Arquidiócesis de Miami está realizando Horas Santas para orar por las vocaciones religiosas en diferentes parroquias. Las próximas a realizarse son:

 

  • Jueves,7 de mayo, 7 p.m. Parroquia Nativity, 5220 Johnson Street Hollywood, FL 33021.
  • Viernes, 12 de junio, 10 p.m., St. John Vianney College Seminary, 2900 SW 87th Avenue, Miami, FL 33165.
  • Sábado, 11 de Julio, 4 p.m., Monastery of the Most Holy Trinity, Madres Carmelitas, 4525 W. Second Ave., Hialeah, FL 33012.
Para más información puede llamar a la Oficina para los Religiosos al: 305-762-1082.

 




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