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El Vaticano es un hervidero de rumores, chismes y especulaciones en el mejor de los momentos, y estos no son esos tiempos. El ambiente romano de principios de 2019 es típicamente fétido y a veces venenoso, con una gran cantidad de información errónea y desinformación flotando alrededor. Esa contaminación de falacia y ficción podría dañar la reunión mundial de obispos convocada por el Papa para abordar la crisis de abuso que obstruye la misión evangélica de la Iglesia prácticamente en todas partes.

Grandes expectativas rodean esa reunión, expectativas que deberían reducirse. En cuatro días, los presidentes de más de 100 conferencias de obispos y los líderes de una curia romana disfuncional no pueden trazar una plantilla universal para la reforma del sacerdocio y el episcopado. Lo que puede lograr la reunión de este mes es establecer una agenda amplia para la reforma, comenzando con una afirmación resonante de la enseñanza perenne de la Iglesia sobre la castidad como integridad del amor. En una Iglesia de un mundo diverso, dicha enseñanza se aplica a toda situación eclesial, y es el punto de referencia de cualquier respuesta católica auténtica a la crisis de abuso.

Lo que no debe hacer la reunión es empeorar las cosas al creer, y luego propagar, algunos de los cuentos que circulan en Roma sobre la Iglesia en los Estados Unidos, como la ficción nociva de que los obispos de los EE. UU. han reaccionado con exageración ante lo que es, esencialmente, una crisis creada por los medios de comunicación.

No hay duda de que los periodistas ineptos u hostiles a menudo dejan de informar las medidas significativas de reforma que los obispos de los EE. UU. han implementado desde 2002, y los efectos positivos de las mismas. Pero todavía queda mucho por mejorar en la Iglesia estadounidense; la mayoría de los obispos de los EE. UU. lo sabe, y el hecho de que Roma culpe a los medios por la crisis actual de confianza de la Iglesia es una evasión reflexiva y un obstáculo para una reforma genuina.

Luego está el cuento de la “protestantización”. En los círculos romanos, se dice que los nerviosos obispos estadounidenses improvisaron propuestas de reforma que disminuirían seriamente la autoridad episcopal, cediendo mucha de esa autoridad a los laicos —una movida “protestantizante”, como se le llama a lo largo del Tíber. Para empeorar las cosas, algunos en Roma culpan por esta supuesta “protestantización” a lo que consideran “demasiados” conversos en la Iglesia estadounidense de hoy.

¿Cómo empezar a desenmarañar tal tontería?

Primero, es muy extraño que alguien se queje de que hay demasiados conversos en una Iglesia llamada por el Papa a vivir “en estado permanente de misión”, irradiando “la alegría del Evangelio”. En el mundo real de 2019, los adultos estadounidenses se bautizan o entran en plena comunión con la iglesia católica porque creen que la iglesia católica sabe lo que es, enseña la verdad, y les ofrece a Cristo mismo en los sacramentos. Ellos no se “convierten” para cambiar cómo la Iglesia se entiende a sí misma.

Segundo, ¿cómo disminuye la autoridad de los obispos que colaboren con laicos ortodoxos y capaces para enfrentar la crisis actual, en sus dos dimensiones: el abuso sexual por parte del clero y el fracaso episcopal en abordar tal abuso? Lo que los obispos de los EE. UU. estaban dispuestos a hacer en noviembre, antes de que una intervención inapropiada del Vaticano lo impidiera, fue la creación de un organismo nacional de laicos competentes que recibiría los alegatos de mal comportamiento episcopal, los evaluaría según un conjunto de normas cuidadosamente elaborado, e informaría a las autoridades competentes de la Iglesia sobre las acusaciones creíbles. Punto. Tal proceso no solo preservaría la autoridad de los obispos, sino que la realzaría.

En cualquier organización efectiva, el líder con la responsabilidad máxima involucra la experiencia de otros para hacer lo que solo él o ella puede hacer: tomar buenas decisiones finales. Ni una jota ni una tilde de autoridad episcopal se afectará por la colaboración de los obispos estadounidenses con laicos expertos que entienden los límites de la competencia laica. Por el contrario: tal colaboración es esencial si los obispos —y el Vaticano— van a recuperar la credibilidad necesaria para hacer los trabajos que solo los obispos y el Vaticano pueden hacer para reformar el sacerdocio y el episcopado.

Estos puntos deben presentarse con energía en Roma este mes. Se deben rechazar con firmeza las ficciones sobre la vida católica estadounidense y los intentos estadounidenses de imponer una solución universal a la crisis de abuso en la Iglesia mundial. Se debe defender con vigor una respuesta pastoral apropiada a una crisis genuina, bien adaptada a la situación eclesial de los EE. UU. Y a las voces romanas que dicen que hay demasiados conversos en los EE. UU. se les debe invitar a leer Mateo 28: 19-20.

Comments from readers

Eduardo Barrios - 02/20/2019 02:23 PM
I serve in several parishes of Miami. I do not experience that people are leaving the Church for the sexual misconduct of priests. The parishioners complain more for the lack of pastoral zeal of their shepherds. We have a problem, but it has been unfairly magnified.
Margarita - 02/20/2019 01:48 PM
Your article makes me sad, you see the meeting as them versus us. I find it very dividing. I believe we all share one faith, one Pope and one Church. Maybe the Holy Spirit will surprise you and a good roadmap will come from this meeting. The most important thing for us baptized is to evangelize and if we cannot do this because we have lost credibility, the only thing left to us is to turn off the light and close the door. Unless, the presidents left their egos at the door and sit down to work for the good of the Church and the glory of God.
Felipe C Barreda - 02/18/2019 01:27 PM
There is no such thing as inappropriate Vatican intervention or are you forgetting that Rome is the ultimate authority in Church governance? We (bishops, priests, religious Nd lay) owe obedience to Rome and the Roman curia regardless of whether we agree with them or not.

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