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Octubre es el Mes del Respeto a la Vida para los católicos estadounidenses, y el tema de este año es “Cristo Nuestra Esperanza: En Cada Etapa de la Vida”.

En la carta de presentación sobre este tema, el Arzobispo Joseph F. Naumann, director del Comité para Actividades Provida, de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB), sugiere que, aunque los ataques contra la vida humana parecen ser más numerosos y más insensibles cada día, “por medio de nuestra esperanza cristiana en la Resurrección recibimos la gracia de perseverar en la fe”. (http://bit.ly/ProVida2019)

Los ancianos nos pueden enseñar mucho sobre perseverar en la fe durante los tiempos buenos y malos, a tiempo y destiempo. En lo que se ha convertido en una marca registrada de su pontificado, el Papa Francisco comparte donde quiera que va su deseo de una alianza entre los jóvenes y los ancianos, y cree que el futuro de la sociedad depende de ello.

“Hoy más que nunca, el futuro genera ansiedad, inseguridad, desconfianza y miedo. Únicamente el testimonio de los ancianos logrará contribuir a que los jóvenes miren más allá del horizonte para ver las estrellas”, escribió recientemente. “Solo el saber que mereció la pena luchar por algo ayudará a los jóvenes a enfrentarse al futuro con esperanza”.

La sociedad contemporánea tiende a marginar a nuestros mayores, y al hacerlo, dice el Papa, se pierde la oportunidad de aprender el secreto que les ha permitido navegar a través de los altibajos de la vida. Nos perdemos la sabiduría de las personas que han mantenido su dirección con el tiempo.

Pero, así como él les dice a los jóvenes que respeten a los ancianos, añade que no tienen que estar de acuerdo con todo lo que dicen las personas mayores. Les aconseja tener un espíritu crítico, y solo aceptar lo que es bueno en las palabras y el ejemplo de sus mayores.

“Presten atención a sus ancianos ... son nuestras raíces”, expresó recientemente a jóvenes reunidos en Mozambique. Luego agregó: “Las generaciones mayores tienen mucho que decirles y proponerles. Es cierto que a veces nosotros, los mayores, lo hacemos de modo impositivo, como advertencia, metiendo miedo, o pretendemos que hagan, digan y vivan exactamente igual que nosotros. Es un error. Ustedes tienen que hacer su propia síntesis, pero escuchando, valorando a los que les han precedido”.

Las palabras del Papa a los jóvenes en Mozambique son refrescantes y sinceras, y me hacen pausar cuando me doy cuenta de que estoy más cerca de mis propios años dorados que de los días de mi juventud. Nuestro Santo Padre espera mucho de nosotros. Está llamando a los ancianos —e incluyo a quienes están en camino de convertirse en la generación de ancianos— para que se levanten y enseñen a los jóvenes a fijar su mirada en el horizonte y perseverar en la fe.

Para hacer esto debemos ser verdaderamente sabios. Pero aquí está el truco: la sabiduría, la comprensión de que venimos de Dios y vamos a Dios, no llega automáticamente con la edad. Las experiencias de toda una vida siembran las semillas de la sabiduría, pero deben cultivarse al orar y reflexionar sobre esas experiencias a la luz del Evangelio.

Por eso, aquellos de nosotros que pronto seremos mayores, debemos preguntarnos —mientras todavía tengamos tiempo— si buscamos sabiduría y valores eternos. Preguntémonos si creemos que se puede superar la ansiedad sobre el futuro. Preguntémonos si estamos más centrados en los demás que en nosotros mismos, si creemos que hay más alegría en dar que en recibir, y si tratamos de mostrar amor no solo en palabras sino en acciones. Estas son las lecciones que los mileniales, o millennials, y la Generación Z esperan que les enseñemos, incluso si ellos no están conscientes de ello.

Mientras tengamos tiempo, sigamos los consejos del Papa Francisco: “Crecer es conservar y alimentar las cosas más preciosas que te regala la juventud, pero al mismo tiempo es estar abierto a purificar lo que no es bueno y a recibir nuevos dones de Dios que te llama a desarrollar lo que vale”.

Esa es la manera en que enseñaremos a los jóvenes a enfrentar el futuro con esperanza.

Comments from readers

james - 10/21/2019 05:46 PM
Sr. Constance Veit and holy followers, This writing is so correct in its reflection. Thank you so much, In Unity,
VICTOR MARTELL - 10/21/2019 03:58 PM
I congratulate you for this article, we in the Society of St. Vincent de Paul where the vast majority belong to the elderly, understand our role very well; but we find it very difficult to recruit young people for our purpose of helping the one who has nothing.

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