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Mientras el coronavirus (COVID-19) continúa su ataque a la humanidad, muchos seres humanos continúan luchando entre sí, aún en estos tiempos.

Al desafiar esta terrible realidad, António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo un sincero llamamiento a un alto el fuego en el mundo (https://bit.ly/onuag23032020).

"Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el COVID-19. Este virus no entiende de nacionalidad ni de etnia, facción o fe. Ataca a todos, sin tregua", expresó inspirado. "Mientras tanto, los conflictos armados continúan en todo el mundo. Los más vulnerables —las mujeres y los niños, las personas con discapacidad, las personas marginadas y desplazadas— pagan el precio más elevado. También son quienes tienen un mayor riesgo de sufrir devastadoras pérdidas por el COVID-19. No olvidemos que en los países devastados por la guerra ha habido un colapso de los sistemas de salud. Es hora de ‘poner en encierro’ los conflictos armados, suspenderlos y centrarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas".

Luego, en un discurso profético, Guterres declaró con audacia: "A las partes beligerantes les digo: Cesen las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad. Silencien las armas; detengan la artillería; pongan fin a los ataques aéreos".

"Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Y esto empieza poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes. Ahora. Eso es lo que la familia que somos la humanidad necesita, ahora más que nunca", suplicó.

¿Podemos todos responder "¡Amén!"?

Al apoyar el llamamiento del Secretario General, el Papa Francisco dijo: "Me sumo a los que han aceptado este llamamiento e invito a todos a aplicarlo deteniendo todas las formas de hostilidades bélicas".

El Santo Padre añadió que esperaba que el compromiso conjunto contra la pandemia del coronavirus nos ayudara a todos a reconocer nuestra necesidad de fortalecer los lazos fraternales como miembros de una familia humana. En particular, "debería despertar en los responsables de las naciones y otros actores involucrados un compromiso renovado para superar las rivalidades".

Luego, con audacia profética, el Papa Francisco declaró: "¡Los conflictos no se resuelven con la guerra! Es necesario superar los antagonismos y contrastes a través del diálogo y la búsqueda constructiva de la paz". 

Además de rezar por la paz, también debemos exhortar incansablemente a nuestros líderes políticos y corporativos a poner fin a los combates y dejar de alimentar las guerras.

Muchos gobiernos están involucrados en conflictos armados. En su "guerra contra el terrorismo", los Estados Unidos luchan o se preparan para luchar en 80 países (https://bit.ly/2RFyOs2).

Y países como Rusia, China, Italia, Francia, Alemania, el Reino Unido e Israel —con los Estados Unidos a la cabeza— alimentan pecaminosamente con armas mortíferas unos 70 conflictos. Corporaciones estadounidenses altamente lucrativas como Lockheed Martin, Boeing, Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics, junto con BAE Systems en el Reino Unido, son los seis mayores fabricantes de armas del mundo (https://bit.ly/2wGx7Dm).

El Papa Francisco nos enseña que es una contradicción absurda hablar de paz mientras se permite o promueve el comercio de armas (https://bit.ly/PapaFrancisco201706YT).

Además, la guerra y el comercio de armas están robando dinero que podría ser utilizado para luchar contra el coronavirus y otras necesidades humanas (https://bit.ly/3ejEUrT).

En su homilía de la Vigilia Pascual, el Papa Francisco nos recordó que todos somos hermanos y hermanas, ¡y deberíamos cantar la canción de la vida! "Acallemos los gritos de muerte, que terminen las guerras. Que se acabe la producción y el comercio de armas, porque necesitamos pan y no fusiles", imploró.

Luego, al conectar las vidas inocentes perdidas en la guerra con las vidas inocentes perdidas por el aborto, el Santo Padre suplicó: "Que cesen los abortos, que matan la vida inocente. Que se abra el corazón del que tiene, para llenar las manos vacías del que carece de lo necesario".

Por eso, ayudemos a Catholic Relief Services a proteger y asistir a algunos de nuestros hermanos y hermanas más pobres contra el coronavirus (https://bit.ly/CRScovid19help).

Comments from readers

Valli Leone - 05/18/2020 06:09 PM
I agree. Jesus said, “Peace I leave you; my peace I give you.” When will we, as individuals as nations and as a world, get this message right? The enemy, who is the source of all division and war, is dancing in the streets as we continue to promote these deadly weapons on a personal, national and worldwide level. We need to put on the full armor of God, our spiritual warfare, as Saint Paul shared in Ephesians 6. But then, who’s reading the Bible? Just do it!!! Jesus never fails. He loves you, and so do I. ✝️⚓️💜
Art Acuña - 05/18/2020 10:33 AM
Ideally, the world should beat their swords into plowshares. That is not the world we live in. The US gave Iran pallot-loads of cash and other incentives for their promise not to use their centrifuges to create weapons-grade nuclear material; only a fool would believe that they have kept that promise. The West has kowtowed to North Korea in the hope that they would dismantle their nuclear weapons program. Again, that doesn't seem to be happening. China unleashed Covid-19 on the world, whether on purpose or by accident and the only beneficiary of this epidemic is China, who has been waging cyber, economic, and now, biological warfare against the West for many years. In a world where there are many characters seeking to annihilate us, we need to prepare to defend ourselves while at the same time offering the possibility of reconciliation.

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