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Feature News | Friday, December 01, 2017

Entregan m�s que su Tesoro

Tres familias y cientos de donadores de ABCD fueron honrados en la Misa anual de ThanksForGiving

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Los que se unieron a la Sociedad de Legado, Archbishop Coleman Carroll, por recordar a la Iglesia en su testamento, posan para una foto después de recibir una rosa del Arzobispo Thomas Wenski. La rosa recuerda las palabras de Santa Teresa de la Pequeña Flor, quien dijo que quería pasar su eternidad en el cielo haciendo buenas obras en la tierra.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Los que se unieron a la Sociedad de Legado, Archbishop Coleman Carroll, por recordar a la Iglesia en su testamento, posan para una foto después de recibir una rosa del Arzobispo Thomas Wenski. La rosa recuerda las palabras de Santa Teresa de la Pequeña Flor, quien dijo que quería pasar su eternidad en el cielo haciendo buenas obras en la tierra.

MIAMI | Eduardo y Marcela Eraña pensaban que la mayordomía significaba dinero. “Creía que mayordomía se trataba del sobre”, admitió Marcela. “No tenía idea” de que también implicaba tiempo y talento.

Entonces el P. Juan Carlos Paguaga, su párroco en la iglesia de St. Agnes, en Key Biscayne, les pidió que dirigieran el comité de mayordomía. Después de educarse a sí mismos, han pasado el último año educando a otros sobre lo que significa dar a la Iglesia.

“Los latinoamericanos no están acostumbrados a aportar; esperan recibir de la Iglesia”, explicó el P. Paguaga, al referirse a la etnicidad de la mayoría de sus feligreses.

“Es algo cultural”, coincidió Marcela.

Ducarmel y Monique Augustin de la iglesia St. Helen, en Fort Lauderdale, reciben el premio One in Faith 2017 del Arzobispo Thomas Wenski. El Arzobispo Thomas Wenski celebró la Misa anual ThanksForGiving, el 19 de noviembre, agradeciendo a todos los donadores de ABCD, honrando a tres familias con el premio One in Faith, One in Hope y One in Charity e induciendo a nuevos miembros a participar en la sociedad de legado Archbishop Coleman Carroll.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Ducarmel y Monique Augustin de la iglesia St. Helen, en Fort Lauderdale, reciben el premio One in Faith 2017 del Arzobispo Thomas Wenski. El Arzobispo Thomas Wenski celebró la Misa anual ThanksForGiving, el 19 de noviembre, agradeciendo a todos los donadores de ABCD, honrando a tres familias con el premio One in Faith, One in Hope y One in Charity e induciendo a nuevos miembros a participar en la sociedad de legado Archbishop Coleman Carroll.

Eduardo y Marcela Eraña de la Iglesia St. Agnes, en Key Biscayne reciben el premio One in Hope 2017 de manos del Arzobispo Thomas Wenski.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Eduardo y Marcela Eraña de la Iglesia St. Agnes, en Key Biscayne reciben el premio One in Hope 2017 de manos del Arzobispo Thomas Wenski.

Los Eraña no sólo dirigen el comité de mayordomía, sino que están involucrados en los retiros de Emaús y en el programa de evangelización “¿Por qué católicos?”.

También son los padres de cuatro niños que asisten a la academia de St. Agnes. Anabel Stevens, pariente suya, se desempeña como gerente de la iglesia y de la escuela. Fue quien animó a la pareja para que se involucrara. “La gente tiene que ver que tienes cuatro hijos y aún puedes ayudar y servir. Siempre puedes sacar tiempo”, les dijo.

Por sus esfuerzos, los Eraña fueron homenajeados este año con el premio One in Hope (Unidos en la Esperanza) durante la Misa de ThanksForGiving (Acción de Gracias por Dar), celebrada el 19 de noviembre en la Catedral St. Mary. El premio reconoce a una familia que “encarna los cuatro infinitivos de la mayordomía”: recibir los dones de Dios con gratitud, nutrir los dones de manera responsable, compartir los dones con justicia y sacrificio, y devolver los dones en abundancia.

“Si no fuera por nuestro párroco, no lo hubiéramos hecho”, admitió Eduardo. El P. Paguaga, a su vez, acredita a los Eraña el “hermoso” crecimiento de la parroquia. “Hay más gente involucrada, más ministerios y más personas conscientes de la vida parroquial”, expresó.

Los Eraña fueron una de las tres familias homenajeadas en la Misa anual, a la que asistieron más de 600 personas. Esta Misa es una manera de agradecer a todos los que donan a la campaña anual ABCD, que apoya las obras benéficas y educativas de la Arquidiócesis.

Las otras familias homenajeadas fueron Ducarmel y Monique Augustin, de la parroquia de St. Helen, en Fort Lauderdale, quienes recibieron el premio One in Faith (Unidos en la Fe) y los hijos de Alicia Aixalá, cuyo donativo póstumo podría tener un rédito de hasta $17 millones para la Arquidiócesis y para su parroquia de Epiphany. Es la donación más grande recibida por la Arquidiócesis en décadas. En nombre de su madre, los cinco hijos de Aixalá recibieron el premio One in Charity (Unidos en la Caridad) de este año.

El premio One in Faith (Unidos en la Fe) reconoce la “excelencia en la evangelización” y un “compromiso firme” en propagar la Fe.

Los Augustin no tenían una idea exacta de la razón para el homenaje. “¿Por apoyar a mi parroquia?”, preguntó Ducarmel, médico en la práctica privada.

Pero cualquiera que los escuchara al relatar sus 30 años de participación en St. Helen, lo hubiera entendido.

“Tal vez por el servicio”, opinó Monique, quien trabaja como gerente de la oficina de su esposo. “Prestamos muchos servicios. Hacemos muchas misiones médicas. Ayudamos mucho en la iglesia”.

De hecho, Ducarmel Augustin es miembro de la junta directiva de la escuela de St. Helen, donde asistieron sus tres hijos, ya adultos. Dirige misiones médicas en Haití. La pareja también organiza ferias de salud en la parroquia. “He sido fiel a St. Helen durante tanto tiempo, que conozco a todos”, dijo Ducarmel.

El Arzobispo Thomas Wenski, quien presidió la Misa, dio gracias a todos los homenajeados y a todos los que donan fielmente a la campaña ABCD cada año.

“Sus dones abrieron la puerta de nuestro mundo a Dios y llevan esperanza a nuestro pueblo”, manifestó, y explicó que el ABCD ayuda a la Iglesia del Sur de La Florida a cumplir el mandamiento bíblico de “cuidar a la viuda, al huérfano, al extranjero, al oprimido y a los pobres entre nosotros”.

“Y lo logramos de muchas maneras”, añadió, “por medio de nuestras Caridades Católicas, por medio de nuestros programas de educación religiosa, de nuestras escuelas católicas... mediante nuestro apoyo a nuestros seminaristas y sacerdotes... en nuestros programas de preparación matrimonial, nuestros ministerios laicos, que capacitan a la gente para servir a los afligidos, a los que están recluidos en sus hogares. Así es; lo hacemos en un sinnúmero de maneras”.

“Pero sólo podemos hacerlo por la generosidad de personas como ustedes, quienes en tiempos buenos y malos mantienen su apoyo a la Iglesia en su lista de prioridades principales”, declaró el Arzobispo.

Aunque admitió que estaba “predicando a los conversos”, les recordó a los presentes que “no somos hombres y mujeres que nos hemos realizado por nuestra cuenta, como a veces pretendemos. Por lo tanto, lo que somos, quienes somos, es un regalo que cada uno ha recibido de parte de Dios. Y lo que Dios nos ha dado, lo ha dado no sólo por nuestro propio bien, sino también por el bien de los demás”.

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