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Columns | Friday, April 20, 2018

El P. Francisco Santana: La Fe en acci�n

 

Invitación emitida por la Fundación Padre Santana para el almuerzo a beneficio de su obra.

Fotógrafo:

Invitación emitida por la Fundación Padre Santana para el almuerzo a beneficio de su obra.

El pasado 28 de enero, Coincidiendo con la celebración del natalicio de José Martí, también conmemorábamos 15 años del Fallecimiento de otro patriota, un sacerdote especial, el P. Francisco Santana. Aunque él falleció, su obra perdura y ahora estamos celebrando el 25 aniversario de su Fundación Cubanos con Fe en Acción.

Era el año 1993 y los cubanos de la Isla padecían las penurias del “período especial”. El P. Santana celebraba, desde 1985, la Misa que se trasmitía a Cuba por Radio Martí y les hablaba con amor a los cubanos, finalizando con su conocida frase: “Dios te ama; yo también”.

Cuando alguien le contó el chiste que corría en la isla:

“Aquí viven bien sólo los que tienen FE (Familiares en el Extranjero), sintió dolor, pensando en aquellos que no tenían a nadie fuera, por lo que en su próxima transmisión dijo: “Todo aquel que no tenga a nadie, puede escribirme pidiéndome las medicinas que necesiten y yo se las mandaré”. Quienes estaban a su alrededor, horrorizados, le decían: “pero Padre, si usted no tiene ni un centavo, ¿cómo se atreve a prometer lo que no podrá cumplir?” Pero él, como sucede con los santos, confiaba plenamente en la Providencia y, como Abraham repetía: “Dios proveerá”.

Como detalle anecdótico, recuerdo que una vez nos dijo, algo preocupado, que le debía $3,000 a la óptica que le facilitaba los espejuelos. Ese mismo día llegó un señor ofreciéndole una donación de exactamente esa cantidad.

Recibió 40,000 cartas, que hoy están archivadas y que fueron todas contestadas, con los envíos correspondientes. En un tiempo, como cooperaban personas muy generosas, se podía enviar los paquetes con personas que brindaban su servicio. Hoy, cuando esos donantes han fallecido, se sigue mandando las medicinas con sacerdotes y obispos que vienen de Cuba y las llevan para sus feligreses y para quienes acuden a la Iglesia en busca de ayuda.

Ahora, un poco de historia: El P. Santana nació en Cienfuegos, en 1941, pero no pudo cumplir con su sueño de servir en Cuba. Al ser ordenado sacerdote en Choluteca, en 1968, no pudiendo evangelizar en su patria, ejerció su sacerdocio en lo más cercano y parecido, sirviendo a sus compatriotas en el exilio, en el Sur de La Florida, a apenas 90 millas de su patria.

El P. Santana siempre añoró regresar a Cuba, pero siempre le fue negada la entrada a su país, lo que pudimos corroborar escuchando su última homilía, el 12 de diciembre de 2002, en la celebración del 35 aniversario de su ordenación y a unas pocas semanas de su muerte. Copio fragmentos:

“Quiero amorosamente denunciar que una vez más se me ha negado el permiso de regresar a mi patria. En el año 1998, en ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II, fui excluido de participar de esa fiesta de la Fe de nuestro pueblo que con toda humildad he venido predicando a todos los rincones de la isla a través del programa El Cubano y su Fe, en Radio Mambí, desde el año 1985. Habiendo expresado mi deseo de celebrar mis 35 años de sacerdocio en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, y habiendo sido generosamente invitado por la Iglesia que peregrina en Cuba, se me ha informado que no es el momento oportuno. ¿Hasta cuándo vamos a esperar a que el momento sea oportuno cuando se juega con los sentimientos de un sacerdote de 62 años de edad, nacido en Cuba, enfermo de cáncer, con un cuerpo frágil y el único deseo es de pedir en mi tierra a la Virgen de la Caridad por la sanación personal y la de mi pueblo? ¿A quién teme el gobierno? ¿Cuál es mi delito? ¿No será, acaso, que llevo años enviando medicinas a Cuba y tratando de aliviar las penas de los más necesitados en mi tierra, contestando las miles de cartas que continúo recibiendo y contestando sin preguntar a nadie su forma de pensar, religión o ideología?”

Finalizando la misma homilía rogaba: “Les pido a mis hermanos en el exilio que continúen ayudándome a mantener la obra Cubanos con Fe en Acción con dinero y medicinas”.

Respondiendo a su pedido es que luchamos por lograr que su obra continúe. Podemos ayudar donando medicinas y artículos médicos, sirviendo de voluntarios y haciendo donaciones monetarias, pues la Fundación necesita pagar mensualmente su alquiler, luz, agua, teléfono, etc. Podemos llevar las donaciones al 2358 S.W. 8th Street, Miami, FL 33135.

Para recaudar fondos, tendremos un almuerzo en la iglesia St. Raymond, 3475 S.W. 17th Street, Miami, después de la Misa de 12 p.m., el domingo 29 de abril. La donación será de $25 y los teléfonos a llamar: 305-649-0933 y 305-867-0661.

Te rogamos que prestes tu cooperación. Asiste y pasarás una tarde muy grata.


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