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Columns | Tuesday, October 26, 2021

Federico Ozanam y la Doctrina Social Católica

Nuestro Beato Federico Ozanam fue el creador de la Sociedad San Vicente de Paúl, en París, y en la actualidad vigente y funcionando en casi todos los países del mundo. En este trabajo queremos destacar cómo Federico, desde el principio, asoció la Doctrina Social de la Iglesia al trabajo que debemos realizar en nuestra Sociedad de San Vicente de Paúl. Es lamentable que estos principios no fueran estudiados y dados a conocer por la Sociedad hace cientos de años a todos, no solo a los cristianos, sino a toda persona viviente en este mundo.

Victor Martell lleva más de 35 años involucrado con la Sociedad de San Vincente de Paul y dirige el programa de la Sociedad que se transmite todos los domingos, de 3 a 5 p.m., por Radio Paz (830 AM-96.1 FM).

Fotógrafo:

Victor Martell lleva más de 35 años involucrado con la Sociedad de San Vincente de Paul y dirige el programa de la Sociedad que se transmite todos los domingos, de 3 a 5 p.m., por Radio Paz (830 AM-96.1 FM).

He recolectado algunos de estos principios y cómo Federico se relacionaba con ellos, fijándonos una línea a seguir a todos en el momento de tratar con los necesitados.

Vida y dignidad de la persona humana. Cada ser humano es: Creado en la imagen de Dios, redimido por Jesucristo, valioso y digno de respeto como miembro de la familia humana. Federico se identifica con esto, que tiene que ver con la primera admonición: “Vamos a los pobres”, y el único camino para lograrlo es el mismo camino que San Vicente nos enseñó: Ver a Cristo en ellos. Ozanam lo hizo: desde el principio reconoció la dignidad de los pobres a quienes sirvió y todos los voluntarios de nuestra sociedad lo hacemos, cuando visitamos sus casas, día a día y en el mundo entero.

Respeto por la vida humana. Cada persona desde el momento de la concepción y hasta la muerte, tiene dignidad inherente y derecho a la vida. Ozanam escribió: “Debes cuidar de las personas que tienen demasiadas necesidades y no suficientes derechos y que justamente exigen un papel más completo en asuntos públicos, garantías para trabajar y contra la miseria”.

Debemos enseñar al cristiano que puede encontrar en la Doctrina Social de la Iglesia los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción como base de promover un humanismo integral y solidario. Es nuestra obligación difundir esta doctrina, y debe ser una prioridad pastoral, para que las personas iluminadas por ella sean capaces de interpretar la realidad de hoy y de buscar caminos apropiados para la acción.

Ozanam participó activamente en la vida pública, participó activamente como político y siempre sostuvo que toda persona debería entrar más en los procesos políticos. Sus palabras fueron claras: “Vamos después de esto al proletariado no solo con nuestra enseñanza, sino con nuestros beneficios y ayudémosles no solo con nuestras almas, sino con instituciones que les liberen y lo hagan mejor”.

Nosotros también tenemos el compromiso de difundir esta doctrina, porque llevaremos al corazón de muchos hermanos de la América un camino adecuado para su reivindicación, y que no sean más engañados con las ideologías extranjerizantes que desean convertirlos en marionetas del Estado, pues detrás de ese Estado hay figuras que solamente quieren perpetuarse en el poder. Tenemos la obligación de denunciar estos atropellos y enseñar a todos esta Doctrina Social: esta debe ser nuestro estandarte, para demostrar que solo así lograremos la paz y la ayuda entre todos nuestros hermanos.

Esta columna de publicó originalmente en la edicion de octubre 2021 de La Voz Católica. Las columnas del autor también se publican con regularidad en el Let's Talk blog de la Arquidiócesis de Miami.

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