Article Published

Article_archdiocese-of-miami-st-vincent-de-paul-society-century-of-service_S

Feature News | Tuesday, October 04, 2022

Un siglo de servicio

La Sociedad de San Vicente de Paúl es homenajeada en la Misa de su centenario

English Spanish

MIAMI | Durante la Misa de su centenario, los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl de la Arquidiócesis obtuvieron algo que nunca habían buscado: el reconocimiento.

“La Sociedad de San Vicente de Paúl ha existido por más tiempo que la Arquidiócesis de Miami”, dijo el Arzobispo Thomas Wenski durante el evento, el 24 de septiembre de 2022 en la iglesia de Gesu, donde la rama local de la sociedad celebró su primera conferencia. “Gracias por estar del lado de los pobres durante estos últimos cien años”.

Los asistentes sonrieron, al saber que en 1922, cuando se formó el grupo, el Sur de La Florida formaba parte de la Diócesis de San Agustín. Pero como dijo un líder, parte de su orgullo es su relativa anonimidad.

Frank Voehl, presidente emérito de la Conferencia arquidiocesana de la Sociedad de San Vicente de Paúl, posa con Claudia Leudeking, actual presidenta de la conferencia.

Fotógrafo: James Dwight Davis

Frank Voehl, presidente emérito de la Conferencia arquidiocesana de la Sociedad de San Vicente de Paúl, posa con Claudia Leudeking, actual presidenta de la conferencia.

“Todo lo hacemos entre bastidores”, indicó Frank Voehl, presidente emérito de la conferencia arquidiocesana de la sociedad. “No hay relaciones públicas ni posiciones ni autopromoción. Y le decimos a la gente que no nos devuelva el dinero, sino que devuelva el favor”.

Unos 150 miembros —un porcentaje considerable de los 1,100 de la Arquidiócesis—asistieron a la Misa en Gesu, donde se organizó el consejo arquidiocesano en 1922. El Arzobispo Wenski elogió ampliamente al grupo de voluntarios.

“Su trabajo es ayudar a los pobres a llegar al cielo”, expresó en su homilía. “Pero lo hacen al ayudar a los pobres a superar las dificultades de la vida en este valle de lágrimas. Al fin y al cabo, si esta tierra es nuestra única autopista al cielo, debemos procurar su mantenimiento”.

Sin embargo, y fiel al carisma vicentino, fue la actual presidenta arquidiocesana, Claudia Leudeking, quien premió al Arzobispo con una medalla del Vaticano. La medalla conmemora la beatificación de Federico Ozanam, fundador de la sociedad, por el Papa Juan Pablo II en 1997.

Leudeking dijo que el consejo local recibió el objeto de Renato Lima, presidente general internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl. “Decidimos obsequiar la medalla al Arzobispo Wenski porque nos apoya mucho”, comentó Leudeking, y añadió que a Lima también le agradó la idea.

Después de la Misa, los miembros asistieron a una recepción en el sótano de la iglesia. Al salir, se les entregó unos pequeños regalos: llaveros de San Vicente de Paúl y cuadernos de mano. También recibieron un marcapáginas con un retrato de Ozanam, junto con una cita suya: “Me gustaría abrazar al mundo entero en una red de caridad”.

Un pastel, con ornamentos eclesiásticos, decora la recepción de la Sociedad arquidiocesana de San Vicente de Paúl, después de la Misa del centenario de la organización, en la iglesia de Gesu, en Miami, el 24 de septiembre de 2022.

Fotógrafo: James Dwight Davis

Un pastel, con ornamentos eclesiásticos, decora la recepción de la Sociedad arquidiocesana de San Vicente de Paúl, después de la Misa del centenario de la organización, en la iglesia de Gesu, en Miami, el 24 de septiembre de 2022.

Otro artículo fue una copia diminuta, del tamaño de una moneda de diez centavos, de la Medalla Milagrosa. La medalla, apta para pendientes o carteras, se basa en un diseño que recibió una religiosa vicentina, Santa Catalina Labouré, durante una aparición mariana en 1830.

Puede que los vicentinos sean discretos, pero su trabajo tiene una gran repercusión. No se trata sólo de los bancos de alimentos, en el suroeste de Miami, y de versiones más pequeñas en las parroquias de St. Katharine Drexel y Our Lady of Guadalupe. También son las obras cotidianas en las 62 conferencias locales en los condados de Broward, Monroe y Miami-Dade, que mantienen a la gente alimentada, alojada y con esperanza.

En innumerables ocasiones, los vicentinos han llevado cestas de comida y muebles a hogares individuales. Han pagado facturas de alquiler, servicios públicos y medicamentos. Han dado ayuda para artículos escolares y orientación para encontrar trabajo. Y continúan su trabajo con la gente hasta que los clientes logran ser autosuficientes.

“Somos la mano derecha de los sacerdotes”, dijo Jim Werle, tesorero del consejo arquidiocesano y miembro de la iglesia St. Andrew, en Coral Springs. “Nos pueden pedir casi cualquier cosa, y lo conseguiremos”.

Los miembros no se limitan a sentarse en tiendas y salones parroquiales; visitan los hogares de los necesitados. Las visitas no sólo les ayudan a evaluar las necesidades con precisión, sino que les dan la oportunidad de hablar y orar con la gente.

Consideran que las visitas son una parte esencial de su trabajo. Les ayudan a difundir el Evangelio y a “evangelizar en el hogar”, en palabras de María Pérez González.

“Si te quedas sin luz y te pago la factura, te doy electricidad”, dijo González, quien ha entrenado a cientos de vicentinos durante 25 años. “Pero si oro contigo y te doy esperanza, te dejo la luz de Cristo”.

Algunas integrantes de la Sociedad de San Vicente de Paúl posan después de la Misa del centenario, el 24 de septiembre de 2022, en la iglesia de Gesu, en Miami. Desde la izquierda, María Pérez González, formadora principal; Diane Hebisen, presidenta del distrito de North Broward; y Claudia Leudeking, presidenta del consejo arquidiocesano.

Fotógrafo: James Dwight Davis

Algunas integrantes de la Sociedad de San Vicente de Paúl posan después de la Misa del centenario, el 24 de septiembre de 2022, en la iglesia de Gesu, en Miami. Desde la izquierda, María Pérez González, formadora principal; Diane Hebisen, presidenta del distrito de North Broward; y Claudia Leudeking, presidenta del consejo arquidiocesano.

Y no necesariamente esperan para visitarlos. Diane Hebisen, presidenta del distrito de North Broward, dijo que le gusta orar con la gente durante la llamada telefónica inicial para solicitar ayuda.

“El Señor me llama cuando siento la necesidad”, aseguró Hebisen. “Cuando la gente llama, digo: ‘¿Puedo orar contigo?’ Eso me eriza la piel”.

Blanca Abad también comentó que le brinda alegría trabajar como presidenta del consejo en la iglesia de St. Stephen, en Miramar. Conoció el trabajo de la sociedad hace dos años en St. Katharine Drexel. La naturaleza compasiva del grupo le conmovió.

“Me encantó”, exclamó Abad. “Se trata de una simple ayuda material y de escuchar. La gente no necesita algo para leer. Necesita que alguien le escuche”.

Los miembros reconocieron algunos desafíos. Dijeron que la inflación, la inmigración y la pandemia del COVID-19 han provocado un aumento en las solicitudes de ayuda. Y esperaban solicitudes de ayuda para el suroeste y el centro de La Florida, azotados por el huracán Ian pocos días después de la Misa del centenario.

Esa es una de las razones por las que la sociedad se asocia con otras organizaciones, como Caridades Católicas y Feeding South Florida (Alimentar al Sur de La Florida). De hecho, Peter Routsis-Arroyo, director general de Caridades Católicas, asistió a la Misa del 24 de septiembre.

“Nadie puede hacerlo todo”, comentó Routsis-Arroyo. “Pero como miembros de la Iglesia, lo podemos hacer todos unidos”.

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply