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Feature News | Wednesday, November 18, 2020

'Quiero que quieras ser mi hermano'

Católicos negros reflexionan sobre las 'luces y sombras' de su historia, el perseverante racismo y su inquebrantable fe

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Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro, posa delante de un cuadro de una Virgen negra y un niño. El cuadro de la izquierda es de un obispo muy joven, ahora Cardenal electo Wilton Gregory de Washington, D.C., el primer afroamericano en llegar a ese rango.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro, posa delante de un cuadro de una Virgen negra y un niño. El cuadro de la izquierda es de un obispo muy joven, ahora Cardenal electo Wilton Gregory de Washington, D.C., el primer afroamericano en llegar a ese rango.

MIAMI | “Hace mucho tiempo, en una nación muy, muy lejana”: así es como mucha gente blanca tiende a ver el racismo.

Pero no fue hace tanto tiempo para Donald Edwards, superintendente asociado de escuelas de la Arquidiócesis de Miami. En 1982, después de ser contratado como director de la escuela St. Michael en Memphis, solicitó su archivo personal a su empleador anterior, la escuela St. Ann en Bartlett, Tennessee, ambas en la Diócesis de Memphis.

Fue entonces cuando vio la nota que la directora de St. Ann’s, una Hna. de la Caridad de Nazareth, Kentucky, había escrito en su solicitud después de entrevistarlo: “Negro pero refinado”.

“Lo rompí, estaba muy enojado”, recordó Edwards.

Lo habían contratado en St. Ann en 1978, una escuela con una matrícula de blancos. “Después de comenzar allí, me dijeron que algunas familias dejaron la escuela cuando comencé”, dijo Edwards.

Cuatro años después, mientras asistía a una conferencia para administradores de escuelas católicas en un centro de retiro en Alabama, la superintendente de escuelas católicas de Memphis, una Hna. de St. Joseph de Boston, descubrió que su habitación estaba al otro lado de la de Edwards en el pasillo. Ella insistió en ser trasladada, indicando que sería inapropiado que durmiera al otro lado del pasillo de un hombre negro.

Donald Edwards, superintendente asociado de las Escuelas de la Arquidiócesis de Miami, compartió sus recientes experiencias con el racismo en el podcast de la Arquidiócesis What the Faith, Miami?, que se centró en el Mes de la Historia Católica Negra.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Donald Edwards, superintendente asociado de las Escuelas de la Arquidiócesis de Miami, compartió sus recientes experiencias con el racismo en el podcast de la Arquidiócesis What the Faith, Miami?, que se centró en el Mes de la Historia Católica Negra.

Sin embargo, dijo Edwards, “ella me condujo a la dirección escolar, y me cuidó, me amó y me preparó. Pero ella estaba sujeta a su propio fanatismo en ese caso. Era una dama a la que admiraba mucho”.

Esas son las “luces y sombras” de la experiencia afroamericana a la que se refirió el Arzobispo Thomas Wenski cuando dio inicio al Mes de la Historia de los Católicos Negros en la Arquidiócesis. La Misa tuvo lugar el 8 de noviembre de 2020 en la iglesia y el Catholic Student Center (Centro de Estudiantes Católicos) de St. Augustine, en Coral Gables.

“Hablar de la experiencia de los afroamericanos en la Iglesia Católica nos lleva, por supuesto, al mes de la historia católica negra”, señaló el Arzobispo. Es una historia “con muchas luces brillantes” y “demasiadas sombras oscuras”.

Entre ellas, el hecho de que, hace tan solo 60 años, los católicos negros tenían que sentarse en los bancos traseros de la iglesia Gesu en el centro de Miami, y esperar hasta que los blancos recibieran la Comunión antes de hacerlo ellos mismos.

“A veces tenían que ir después de la Misa al sótano para recibir la Comunión. Esa era la norma”, dijo Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro.

Ella también habla por experiencia personal: la de sus padres. Sin embargo, Reeves-Jackman, nacida en Miami y criada en Overtown, asistió a escuelas católicas toda su vida: Holy Redeemer (ahora cerrada), en Liberty City, y Msgr. Edward Pace High, en Miami Gardens.

“Hasta que estuve en sexto grado, nunca vi a una religiosa negra o una monja negra”, recordó Reeves-Jackman.

 

VOLVER A LOS APÓSTOLES

El Mes de la Historia de los Católicos Negros, que se celebra cada noviembre en los Estados Unidos, se propone celebrar y hablar sobre las contribuciones de los católicos negros a la Iglesia.

Como señaló Reeves-Jackman, “los católicos negros comienzan muy atrás con los Hechos de los Apóstoles. Hemos existido por largo tiempo. Hemos tenido papas negros. Tenemos santos negros”, incluidos seis afroamericanos actualmente en viaje hacia la santidad.

Una muñeca de una Hna. Oblata de la Divina Providencia adorna la oficina de Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro. La Madre María Lange, que fundó la orden, está en camino a la canonización. Las Oblatas fueron la primera comunidad religiosa para mujeres de descendencia africana.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Una muñeca de una Hna. Oblata de la Divina Providencia adorna la oficina de Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro. La Madre María Lange, que fundó la orden, está en camino a la canonización. Las Oblatas fueron la primera comunidad religiosa para mujeres de descendencia africana.

Pero los católicos negros son una minoría dentro de una minoría, que representan alrededor de 3 millones de los más de 70 millones de católicos estadounidenses, y menos del 1% de los 1.5 millones de católicos en la Arquidiócesis de Miami.

Solo quedan dos parroquias afroamericanas así designadas en el Sur de La Florida: St. Philip Neri, en Miami Gardens, y Holy Redeemer, en Liberty City. Otras dos cerraron en 2009: St. George, en Fort Lauderdale, se fusionó con Our Lady Queen of Martyrs; y St. Francis Xavier, en Overtown, fundada en 1927 por católicos negros que buscaban una experiencia más acogedora, se fusionó con la cercana Gesu.

En el Sur de La Florida, los católicos negros no son todos afroamericanos. Incluyen hispanohablantes de Cuba y otras partes de América Latina; hablantes del creole de Haití, y otros que provienen de Jamaica, las Bahamas y otras partes del Caribe.

Los católicos negros son “todos los que están bajo la diáspora africana”, dijo Reeves-Jackman. “Ya sabes cómo vinimos originalmente. Estábamos en esos barcos de esclavos. Y cuando esos barcos se abrieron paso a través del Middle Passage y arriba y abajo de los mares y océanos, y a través de los ríos, los esclavos fueron arrojados, saltaron, o los encerraron para poder venderlos”.

Al igual que con la segregación, la Iglesia Católica no fue inmune a las normas de la época. “Todos están de acuerdo en que es el pecado original de la Iglesia, porque la Iglesia también estuvo involucrada en ser dueños de esclavos y lidiar con esos tiempos”, dijo Reeves-Jackman.

Esta pintura, que conmemora las visitas de San Juan Pablo II a África, cuelga en la pared de la oficina de Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Esta pintura, que conmemora las visitas de San Juan Pablo II a África, cuelga en la pared de la oficina de Katrenia Reeves-Jackman, directora de la Oficina arquidiocesana del Ministerio Católico Negro.

La primera condena de la Iglesia a la trata de esclavos se produce en 1839, en la carta apostólica del Papa Gregorio XVI, “In Supremo Apostolatus”. Una década antes, en Baltimore, la Madre Mary Lange, nacida en Cuba de padres haitianos y una de los seis afroamericanos en proceso de canonización, cofundó las Hermanas Oblatas de la Providencia en Baltimore, la primera comunidad religiosa para mujeres negras; tres años más tarde, una segunda comunidad, las Hermanas de la Sagrada Familia, es fundada en Nueva Orleans por otra candidata a la santidad, Henriette Delille.

En 1875, James Healy se convierte en el primer obispo afroamericano en los Estados Unidos. Es uno de los tres hermanos que también fueron los primeros sacerdotes afroamericanos. En 1889, se lleva a cabo el primer Congreso Católico Negro, y en 1909 se fundan los Caballeros de Peter Claver, como una organización paralela a los Caballeros de Colón. La Sociedad del Verbo Divino abre el primer seminario para negros en 1920 en Greenville, Mississippi.

 

ERRADICAR EL RACISMO

En 1958, los obispos de Estados Unidos denunciaron el racismo por primera vez. Publicaron su primera carta pastoral sobre el tema, “Hermanos y hermanas para nosotros”, en 1979, y la continuaron en 2018 con “Open Wide Our Hearts”.

¿Qué significa eso en términos prácticos? Reeves-Jackman lo expresa de esta manera: “Cuando entras en las parroquias, ¿ves a personas de color representadas en nuestros servicios? ¿Ves a personas de color en el altar? ¿Nos ves en las paredes, nos ves en las imágenes? Estamos allí. Necesitamos ser reconocidos”.

“Hay niños que nunca han visto una imagen de un santo negro; tal vez ni siquiera han visto a un sacerdote negro”, agregó. “Necesitamos ser educados. Necesitamos aprender unos de otros”.

Ella comparó la Arquidiócesis con una ensalada: “Y en realidad, hay mucha lechuga. Pero, ¿quién quiere comer una ensalada que es solo lechuga? Así que piensa en todas las diferentes culturas que tienes aquí. Somos los tomates y el tocino y los pimientos verdes. Para cuando añadas a todos los hispanos, a nuestros hermanos y hermanas haitianos, a nuestros hermanos y hermanas africanos, si pones todo esto en esa ensalada, al final tendrás la mejor ensalada que puedas alguna vez”.

Edwards lo expresa de manera más directa: “No quiero que hagas nada. Quiero que quieras ser mi hermano. Quiero que quieras ser mi hermana. Y quiero que estés abierto a adorar al Señor, alabar al Señor y edificar una vida conmigo”.

 

 

PARA SABER MÁS

  • Escuche la entrevista completa con Katrenia Reeves-Jackman y Donald Edwards en el podcast What the Faith, Miami?, disponible aquí: bit.ly/3kpQR0K.
  • Puede encontra más información sobre la historia y las vivencias de los católicos negros en el sitio web del Congreso Nacional Católico Negro: www.nbccongress.org/.

 




 

Comments from readers

Jeanette Tullis - 11/20/2020 02:18 PM
Thanks to the Archdiocese for addressing the issue of racism in the Catholic church during Black Catholic History Month. This is an issue that should be recurring, not only when it's placed on the calendar. Racism will only subside when mothers make a decision to raise their children in an atmosphere of "receiving people that don't look like them" with respect. If a child is raised to discriminate or prejudge, racism is continue to be a part of our society.
Valli Leone - 11/19/2020 11:28 AM
Thanks so much, Katrenia, Donald and all writers and contributors to this very beautiful article, much needed for such a time as this in our church and community. Your experience and your insight blessed me tremendously. Please accept my heartfelt regret for any racism or bigotry that has been inflicted upon our Black brothers and sisters, that which has been allowed to penetrate into your hearts and souls due to our self-centered ignorance through the years. Blind racism is the toxic water that we all swim in from time to time. We know that America will not be beautiful until it is beautiful for everyone. Jesus never fails! Please keep up the prayers, the good works and trusting in the Lord with all of your hearts to teach, educate and love us in the midst of this pain. I thank God for this past year and for the light that has been shed on this problem. We know that blame is often a convenient hiding place but that we live to promote a world with empathy, understanding, forgiveness and for true joy. By the blood of Jesus Christ, I decree and declare that routine, unconscious bias must end and that every demonic force from where it comes must go directly to Jesus Christ to be destroyed by the power of his Cross and Resurrection. Alleluia! Again, thanks so much for your valuable contribution to this necessary work. Jesus loves you, and so do I! 🔆❤️🔆

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