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Los primeros cristianos se aseguraron de transmitirnos con sumo esmero las vivencias con Jesús Nazareno después de su violenta muerte. El asombro que experimentaban no era emocional. No eran apariciones intimidantes. Los detalles de los encuentros contienen unos rasgos fuertemente objetivos.

De estos relatos, ¿cuál es tu favorito? Yo tengo dos: el de los dos discípulos desanimados que caminaban hacia el perdido pueblecito llamado Emaús; el otro, la experiencia de Saul, quien iba hacia Damasco persiguiendo a los cristianos y a mitad del camino, le sucede un evento de luces y voces que le cambia su camino para siempre y hasta su propio nombre — Pablo.

Para la mayoría de nosotros, el encuentro con el Resucitado fue real, pero se ve como algo del pasado, es decir, algo ya sucedido. Ahora solamente nos toca recordarlo con reverencia y devoción. Necesitamos de un anuncio fuerte y nuevo que nos indique que puedo encontrar también hoy al Resucitado. La celebración de la Pascua es hacernos percatar que Cristo vivo se nos comunica ahora de una forma sacramental en el sacramento de los sacramentos que es la Eucaristia. La misa realmente vivida es el contacto supremo con Cristo Resucitado.

Benedicto XVI nos dice en su segundo volumen de su libro Jesús de Nazareno: “ …en la última cena Jesús da gracias por el don de la resurrección y en esta base, podía darnos ya su cuerpo y su sangre en la forma de pan y vino como garantía de resurrección y vida eterna (Juan 6, 53-58)”  (Pag. 140).

Y más adelante precisa: “en la certeza que su oración será escuchada por el Padre, el Señor dio su cuerpo y sangre a sus discípulos durante la última cena en anticipación a su resurrección: ambos la cruz y la resurrección son intrínsecos a la Eucaristía; sin ellos no habría Eucaristía. Más aún, porque el don de Jesús está esencialmente enraizado en su resurrección, la celebración del sacramento tenía que estar ligada al memorial de la resurrección” (Pag. 142).

¿Por qué creen ustedes que el primer encuentro con el Resucitado ocurre el domingo? O dicho de otra manera, ¿por qué es que los cristianos se reunen el domingo para la Eucaristía? ¿Por qué llamarle a este día el día del Señor?

¿Es el día de la celebración de la resurrección sólo un día para nosotros? Sí y no. Sí, porque es el día conclusivo de la Semana Santa, pero no porque cada primer día de la semana al reunirme con los hermanos de la fe para la Eucaristía, me sucede lo mismo que le pasó a los discípulos de Emaús. Se trata de un amor tan extremo que mi fe se rinde con un sentimiento de dicha, al igual que la urgencia de comunicarlo a los demás…a todos.

Comments from readers

Felipe Estevez - 04/22/2011 05:39 PM
Magaly
Creo que a veces lo extraordinario nos llama mas la atencion y nos parece extrano que encontrar a Jesus vivo en una tan sencilla forma-una misa- pueda ser verdad, pero lo es!
+Felipe
Magaly LLaguno - 04/20/2011 10:32 AM
Gracias Monse�or por su lindo mensaje espiritual, el cual nos lleva a recordar, que cada participacion nuestra en la Santa Misa y la Eucaristia, es un nuevo encuentro con Jesus y una promesa de resurreccion.
Que Dios continue bendiciendole en la labor que con tanto amor y dedicacion hace diariamente, por amor a Cristo y Su Iglesia.
Magaly Llaguno OCDS
Felipe Estevez - 04/20/2011 06:20 AM
Maria Cristina
Tu nota senala dos dimensiones eseciales en el discipulado: el culto divino por la Santa Eucaristia y el testimonio que es lo mismo que los frutos y la irradiacion de los cristianos en la sociedad. Los Atletas de Cristo es un movimiento venezolano que ayuda al creyente a ser luz y sal para los demas.
Maria Cristina Lascurain - 04/19/2011 11:53 AM
Estimado Monse�or Est�vez:

Muchas gracias por esta hermosa reflexi�n para celebrar la Pascua de Resurecci�n. Que nuestra vida sea una continua alabanza al Resucitado y con nuestro ejemplo demos testimonio que Cristo Resucitado est� hoy con nosostros presente en el sacramento de la Eucarist�a.Felices Pascuas de Resurecci�n! Que el Esp�iritu Santo le acompa�e siempre en su ministerio pastoral.

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