By Ana Rodriguez Soto - Florida Catholic newspaper
Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC
El Arzobispo Thomas Wenski posa con la familia Tariq, católicos de Pakistán que entraron a los Estados Unidos como refugiados, en mayo de 2016. Los padres (desde la izquierda) Tariq Javeed y Leashone Tariq y sus hijos Alisha Tariq, de 14 años; Joshua Tariq, de 7 años; y Mishma Tariq, de 12 años, huyeron a Tailandia y pasaron cuatro años en un campamento de refugiados allí, después de que los extremistas islámicos incendiaran su aldea, en Gojra, en 2009. Los niños más pequeños ahora asisten a la escuela de la Catedral St. Mary, y la mayor está en la escuela secundaria Mons. Edward Pace, en Miami Gardens.
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El Arzobispo Thomas Wenski posa con Yosselin y su hija de 2 años, Hadaris, de Honduras, y Erika y su hija Elizabeth, de México, clientes de Catholic Legal Services, durante una visita a las oficinas de la agencia en Miami, el 27 de septiembre, para lanzar la campaña mundial del Papa Francisco "Compartiendo el Viaje" en favor de los migrantes y refugiados.
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El Arzobispo Thomas Wenski posa con los hermanos Romel Cardoza, de 16 años; Lizamary Cardoza, de 14 años; y Vanessa Cardoza, de 5 años, durante una visita a las oficinas de Catholic Legal Services de Miami, el 27 de septiembre, para lanzar la campaña mundial del Papa Francisco “Compartiendo el viaje” en favor de los migrantes y refugiados. Los adolescentes están tratando de ajustar su estatus migratorio después de llegar a Estados Unidos como menores no acompañados, hace dos años para reunirse con su madre.
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Esperanza Montaldo, una representante acreditada de Catholic Legal Services, observa como la cliente, Sonia Hernández llena la solicitud de ciudadanía estadounidense, en la oficina de la agencia, en el centro de Miami.
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El Arzobispo Thomas Wenski posa con los abogados de Catholic Legal Services, Felix Montañez y Kristie-Anne Padron durante una visita a la oficina de la agencia, en el centro de la ciudad, el 27 de septiembre, para iniciar la campaña Compartiendo el viaje.
MIAMI | Tariq Javeed y su familia fueron parte de los casi 85,000 refugiados admitidos en los Estados Unidos en 2016. Estos católicos de Pakistán, huyeron de su casa en Gojra, en junio de 2012, después de una serie de disturbios anti-cristianos que comenzaron en 2009. Varias personas fueron asesinadas. Su pueblo y su iglesia fueron quemados.
Javeed y su familia — su esposa Leashone, sus hijas Alisha y Mishma, y su hijo Joshua — huyeron a un campamento de refugiados en Tailandia. Después de solicitar ayuda a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones los asignó a Church World Services (Servicios Mundiales de la Iglesia) — una versión luterana de los Servicios de Migración y Refugiados de los Obispos Católicos de los Estados Unidos — que los reasentó en Miami.
Su viaje duró cuatro años. Llegaron en mayo de 2016. Por suerte, su apartamento estaba cerca del albergue de las Misioneras de la Caridad. Comenzaron a asistir a Misa allí e hicieron algunas conexiones. En agosto del año pasado, sus hijos comenzaron las clases en la escuela de la Catedral St. Mary.
Sólo la mayor Alisha, ahora de 14 años, que es alumna de noveno grado en la escuela secundaria Mons. Edward Pace, había asistido a la escuela antes, y sólo por un año. Durante su tiempo en el campamento de refugiados, su madre les ayudó a mantenerse al día con sus estudios.
Alisha y Mishma, de 12 años, ahora en séptimo grado en la escuela de la Catedral St. Mary, hicieron su primera comunión el año pasado. Joshua, de 7 años, está en primer grado.
"Tienen muy buenas calificaciones. Excelente comportamiento", dijo el P. Christopher Marino, rector de la Catedral.
"Gracias a Dios que rápidamente aprendieron inglés", dijo Leashone Tariq, que trabaja en la cafetería de la escuela. Su esposo, un médico homeopático en su tierra natal, va caminando a su trabajo en la lavandería de Camillus House.
Los sábados, toda la familia asiste a la Misa de las 7 a.m., en el albergue de las Misioneras de la Caridad y luego todos se ponen a trabajar: ayudando en la cocina y lavado los platos, sirviendo comidas a los desamparados y empaquetando artículos donados para los misioneros en Haití.
El viaje de los Tariq no es único. De hecho, 22 millones de refugiados en campamentos en todo el mundo están desesperados por hacerlo. Y el Papa Francisco quiere que el mundo los recuerde. Por eso, el 27 de septiembre lanzó la campaña "Compartiendo el viaje", en Roma abrazando a un grupo de refugiados.
El mismo día, el Arzobispo Thomas Wenski visitó a la familia Tariq, en Miami para lanzar la campaña en la Archidiócesis.
El objetivo de la campaña mundial de dos años es resaltar la difícil situación de alrededor de 65 millones de migrantes y refugiados en todo el mundo — el mayor número de desplazados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La campaña hace un llamado a los católicos, y a todas las personas de buena voluntad, para que hagan "pequeños gestos de solidaridad" para llamar la atención hacia esta difícil situación.
"Estos [refugiados] son severamente evaluados", dijo el Arzobispo, recordando el reciente anuncio de la Administración Trump sobre limitar el número de refugiados que serán admitidos en los Estados Unidos en 2018 — 45,000 — "un escándalo".
Los obispos estadounidenses también expresaron su decepción, el 29 de septiembre, en una declaración del Obispo Joe S. Vásquez, de Austin, Texas, presidente del Comité sobre Migración. El Obispo insistió en que "esta decisión tiene consecuencias humanas muy graves — las personas con rostros, nombres, niños y familias están sufriendo".
Antes de visitar a la familia Tariq, el Arzobispo Wenski se detuvo en las oficinas de Catholic Legal Services (Servicios Legales de las Caridades Católicas) en el centro de Miami y habló con algunos clientes. Entre ellos, varios adolescentes que entraron al país como menores no acompañados. Catholic Legal Services les está ayudando a prepararse para sus entrevistas y peticiones de asilo.
"Algunos niños viajan solos en autobuses", dijo Kristie-Anne Padron, abogada de Catholic Legal Services. Dijo además que algunos de los que han representado en la corte de inmigración han sido tan pequeños como de cuatro años.
"Ellos están haciendo el trabajo de Dios", dijo el Arzobispo de los abogados, asistentes legales y representantes acreditados de Catholic Legal Services, un total de 50 en tres oficinas: Miami, Doral y Miramar.
"Aquí tenemos a los mejores abogados que les ayudarán a obtener lo que se pueda", dijo el Arzobispo, hablando en español, a un grupo de clientes, la mayoría de México y Honduras. "No es fácil".
"El camino de los migrantes no es sólo un viaje de millas y distancia", dijo Randolph McGrorty, director ejecutivo de Catholic Legal Services. "También es una odisea legal”. Y ustedes, dijo a su personal están “compartiendo su viaje”.
PARTICIPA
- La campaña Compartiendo el viaje durará hasta septiembre de 2019. El hashtag en las redes sociales es #ShareJourney, y el pasaje del Evangelio es: "Porque yo era un extraño y me recibiste".
- En colaboración con Catholic Charities USA y Catholic Relief Services, los obispos estadounidenses han designado la semana del 7 al 13 de octubre como una semana de oración y acción, "para promover una cultura del encuentro para contrarrestar la cultura de la indiferencia", en las palabras del Arzobispo Thomas Wenski.
- El personal de Catholic Legal Services estará disponible para las presentaciones de "Know Your Rights" (Conoce tus derechos) en cualquier parroquia que las solicite durante la campaña de dos años, pero, especialmente en la semana del 7 al 13 de octubre. Para solicitar una sesión, póngase en contacto con Randy McGrorty en: [email protected].
- Los obispos de los Estados Unidos han publicado un folleto en inglés y en español sobre lo que la fe Católica enseña sobre "Acogiendo a los refugiados y migrantes". Más información y enlaces a los materiales para implementar la campaña pueden encontrarse en: https://www.sharejourney.org/es/.
