By Rocio Granados - La Voz Catolica
Fotógrafo: MONICA LAUZURIQUE | FC
Miembros de Encuentros Juveniles llevan la imagen de la Virgen de la Caridad en procesión por el BankUnited Center al comenzar la celebración anual por la patrona de Cuba.
CORAL GABLES | Cientos de fieles, de diversas nacionalidades del Sur de La Florida, celebraron a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba y co-patrona de la Arquidiócesis de Miami, el 8 de setiembre, en el BankUnited Center de la Universidad de Miami.
“Para mí es muy importante porque crecí con ella; me recuerda mi niñez, tiempos alegres y tristes, porque perdimos la libertad, pero hoy venimos a rezar a la Virgen para que Cuba sea libre algún día”, dijo Francisco Pages, cubano que dejó la isla hace 40 años.
Con cantos, alabanzas, plegarias y rezos, los devotos que llegaban al Bank United Center para celebrar a “Cachita”, esperaban el inicio de la Misa.
El P. Juan Rumín Domínguez, rector de la Ermita, pidió un momento de silencio por los cristianos que están siendo perseguidos en el Medio Oriente. “Debemos de ser agradecidos con Dios por vivir en un país que nos ofrece libertad”, dijo.
A su entrada en procesión sobre los hombros de los integrantes del movimiento Encuentros Juveniles, los devotos recibieron a su madre agitando pañuelos blancos y entonando la canción, “Virgen Mambisa”.
La bandera cubana, portada por los niños, hijos y nietos de los miembros de la Archicofradía de la Virgen de la Caridad, precedió a la imagen. Detrás de ella, pasaron las banderas de todos los países latinoamericanos identificados con su devoción.
Participaron en la Misa más de 20 movimientos apostólicos, 8 colegios católicos, el coro de niños de la parroquia Sts. Peter and Paul y la banda de música del Colegio de Belén.
“Soy peruana, pero amo a la Virgen porque es mi madre, porque me acompaña. Tuve momentos muy duros en mi vida; ella me hizo sentir amada”, dijo Carmen López, devota hace cinco años.
La cantante Tania Mart entono “Patroncita de Cuba”, y después el Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami, Mons. Thomas Wenski, quien presidió la celebración, dijo: “Estoy muy feliz de compartir con toda la Arquidiócesis de Miami esta gran celebración; les invito a acompañarme a ofrecer esta Misa por el pueblo cubano, recordando a los obispos y a todos los religiosos y laicos en Cuba”.
Concelebraron, además, el Obispo Auxiliar de Miami, Mons. Peter Baldacchino; el Cardenal de Aparecida y Presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, Mons. Raymundo Damasceno; el Obispo Emérito de Pueblo, Colorado, Mons. Fernando Isern; el Obispo Emérito de Huacho, Perú, Mons. Lorenzo León; sacerdotes arquidiocesanos, diáconos y seminaristas.
Hace 53 años se rinde homenaje a la Virgen de la Caridad en Miami, “y todos los años lo celebramos con mucho amor y cariño. Es la celebración más grande que tiene la Arquidiócesis”, dijo Fernando Gómez, presidente de la Archicofradía de la Virgen de la Caridad del Cobre, organizadora del evento.
Esta celebración “tiene un simbolismo muy grande: la Iglesia cubana ha sufrido por predicar a Jesucristo en medio de un régimen ateo y totalitario. Es un reconocimiento a la Virgen en medio del sufrimiento, en medio del dolor. Ella nunca abandonó a sus hijos y, gracias a ella, la fe de sus hijos nunca se perdió”, dijo el P. Rumín Domínguez. “La Virgen de la Caridad sigue congregando a miles cada año, en Cuba y en Miami”, agregó.
“Ha sido el centro de la unión de la fe del pueblo cubano. Desde que apareció en la Bahía de Nipe en 1612, el pueblo la venera”, dijo Mons. Pedro García, quien acaba de conmemorar sus 50 años de sacerdocio y dice haber celebrado a la Virgen todos los años, desde que estaba en Cuba. “El nombre de Caridad significa amor, y el amor es el principal precepto de Jesucristo: ámense los unos a los otros”, agregó Mons. García.
“Imploremos por los cubanos que por el exilio tuvieron que salir de su tierra, y acompañados por la Virgen María, la Caridad del Cobre que hoy veneramos, han llegado a Miami y a todos los Estados Unidos”, dijo en su homilía Mons. Baldacchino.
La celebración de este año tuvo tres motivos adicionales provenientes del Vaticano. La primera, a partir del 28 de agosto, la imagen de la Virgen de la Caridad se encuentra en los jardines Vaticanos. Es una réplica de la imagen que estaba en la Bahía de Nipe, y que estuvo perdida por más de 40 años.
“Me siento muy feliz de que la patrona de Cuba esté en los jardines vaticanos donde el Santo Padre puede caminar y acordarse de Cuba, y orar por la patria donde yo nací”, dijo Gómez.
El segundo, que recientemente el Papa Francisco envió un mensaje a los cubanos con motivo de la celebración de su patrona.
Como tercer gesto papal, a partir de este año la fiesta de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre tiene el rango de Solemnidad en la Liturgia Católica de la Iglesia, que es el grado más alto de celebración.
Al finalizar la Misa, el Arzobispo Wenski dijo: “Si la patria es agonía y deber, como dijo Martí, frente a esa agonía, cumplamos con nuestro deber… pongamos en práctica esas tres palabras del Papa Francisco en su mensaje a la Iglesia y al pueblo de Cuba: Alegrarse, levantarse y perseverar”.
Por su parte el Cardenal de Aparecida, Mons. Damasceno, dijo que “la devoción común a la Santa Madre de Dios es una característica de nuestros pueblos, de lo que tenemos en común. Que la Virgen de la Caridad del Cobre, que hoy celebramos, continúe ayudando a todo el pueblo cubano a ser fiel a su fe cristiana”.
“Para mí es muy importante porque crecí con ella; me recuerda mi niñez, tiempos alegres y tristes, porque perdimos la libertad, pero hoy venimos a rezar a la Virgen para que Cuba sea libre algún día”, dijo Francisco Pages, cubano que dejó la isla hace 40 años.
Fotógrafo: CRISTINA CABRERA | FC
Los fieles rezan el Padre Nuestro durante la Misa.
El P. Juan Rumín Domínguez, rector de la Ermita, pidió un momento de silencio por los cristianos que están siendo perseguidos en el Medio Oriente. “Debemos de ser agradecidos con Dios por vivir en un país que nos ofrece libertad”, dijo.
A su entrada en procesión sobre los hombros de los integrantes del movimiento Encuentros Juveniles, los devotos recibieron a su madre agitando pañuelos blancos y entonando la canción, “Virgen Mambisa”.
La bandera cubana, portada por los niños, hijos y nietos de los miembros de la Archicofradía de la Virgen de la Caridad, precedió a la imagen. Detrás de ella, pasaron las banderas de todos los países latinoamericanos identificados con su devoción.
Participaron en la Misa más de 20 movimientos apostólicos, 8 colegios católicos, el coro de niños de la parroquia Sts. Peter and Paul y la banda de música del Colegio de Belén.
“Soy peruana, pero amo a la Virgen porque es mi madre, porque me acompaña. Tuve momentos muy duros en mi vida; ella me hizo sentir amada”, dijo Carmen López, devota hace cinco años.
La cantante Tania Mart entono “Patroncita de Cuba”, y después el Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami, Mons. Thomas Wenski, quien presidió la celebración, dijo: “Estoy muy feliz de compartir con toda la Arquidiócesis de Miami esta gran celebración; les invito a acompañarme a ofrecer esta Misa por el pueblo cubano, recordando a los obispos y a todos los religiosos y laicos en Cuba”.
Concelebraron, además, el Obispo Auxiliar de Miami, Mons. Peter Baldacchino; el Cardenal de Aparecida y Presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, Mons. Raymundo Damasceno; el Obispo Emérito de Pueblo, Colorado, Mons. Fernando Isern; el Obispo Emérito de Huacho, Perú, Mons. Lorenzo León; sacerdotes arquidiocesanos, diáconos y seminaristas.
Hace 53 años se rinde homenaje a la Virgen de la Caridad en Miami, “y todos los años lo celebramos con mucho amor y cariño. Es la celebración más grande que tiene la Arquidiócesis”, dijo Fernando Gómez, presidente de la Archicofradía de la Virgen de la Caridad del Cobre, organizadora del evento.
Esta celebración “tiene un simbolismo muy grande: la Iglesia cubana ha sufrido por predicar a Jesucristo en medio de un régimen ateo y totalitario. Es un reconocimiento a la Virgen en medio del sufrimiento, en medio del dolor. Ella nunca abandonó a sus hijos y, gracias a ella, la fe de sus hijos nunca se perdió”, dijo el P. Rumín Domínguez. “La Virgen de la Caridad sigue congregando a miles cada año, en Cuba y en Miami”, agregó.
Fotógrafo: CRISTINA CABRERA| FC
El Cardenal Raymundo Damasceno de Aparecida, Brasil, toma parte en la Misa.
“Imploremos por los cubanos que por el exilio tuvieron que salir de su tierra, y acompañados por la Virgen María, la Caridad del Cobre que hoy veneramos, han llegado a Miami y a todos los Estados Unidos”, dijo en su homilía Mons. Baldacchino.
La celebración de este año tuvo tres motivos adicionales provenientes del Vaticano. La primera, a partir del 28 de agosto, la imagen de la Virgen de la Caridad se encuentra en los jardines Vaticanos. Es una réplica de la imagen que estaba en la Bahía de Nipe, y que estuvo perdida por más de 40 años.
“Me siento muy feliz de que la patrona de Cuba esté en los jardines vaticanos donde el Santo Padre puede caminar y acordarse de Cuba, y orar por la patria donde yo nací”, dijo Gómez.
El segundo, que recientemente el Papa Francisco envió un mensaje a los cubanos con motivo de la celebración de su patrona.
Como tercer gesto papal, a partir de este año la fiesta de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre tiene el rango de Solemnidad en la Liturgia Católica de la Iglesia, que es el grado más alto de celebración.
Al finalizar la Misa, el Arzobispo Wenski dijo: “Si la patria es agonía y deber, como dijo Martí, frente a esa agonía, cumplamos con nuestro deber… pongamos en práctica esas tres palabras del Papa Francisco en su mensaje a la Iglesia y al pueblo de Cuba: Alegrarse, levantarse y perseverar”.
Por su parte el Cardenal de Aparecida, Mons. Damasceno, dijo que “la devoción común a la Santa Madre de Dios es una característica de nuestros pueblos, de lo que tenemos en común. Que la Virgen de la Caridad del Cobre, que hoy celebramos, continúe ayudando a todo el pueblo cubano a ser fiel a su fe cristiana”.
Fotógrafo: CRISTINA CABRERA| FC
El Arzobispo Thomas Wenski se dirige a los fieles al concluir la Misa.
