Article Published

Article_13116175950123_S

Feature News | Friday, November 08, 2013

Para tocar a un santo

Miles hacen fila para venerar la reliquia de Juan Pablo II en el sur de Florida

English Spanish

Haga Click aquí para ver el álbum de fotos


Siervas de los Corazones Traspasados de pie a los costados mientras la gente venera la reliquia del Papa Juan Pablo II.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Siervas de los Corazones Traspasados de pie a los costados mientras la gente venera la reliquia del Papa Juan Pablo II.

MIAMI | Aurora Serrano vio al Papa Juan Pablo II en persona hace 26 años, cuando él visitó la parroquia que ha sido su hogar durante los últimos 46 años, la Catedral de St. Mary.

Serrano de 82-años de edad, llegó a verlo de nuevo, por así decirlo, el 3 de noviembre, cuando la reliquia de primera clase del futuro santo se detuvo en la catedral, en su camino de visita a una docena más de parroquias y escuelas Arquidiocesanas - incluyendo una parada el 5 de noviembre en un encuentro de jóvenes organizado por la pastoral universitaria de la Universidad St. Thomas

“Como si él volviera por segunda vez, cuerpo y sangre. Me siento bien emocionada por eso, siento mucha bendición”, dijo Serrano, una de los cientos de personas que hicieron fila para venerar la reliquia después de que el arzobispo Thomas Wenski le dio la bienvenida a la arquidiócesis.

Religiosas de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María agitan pañuelos al momento en que la reliquia del Beato Juan Pablo II entra en la catedral.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Religiosas de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María agitan pañuelos al momento en que la reliquia del Beato Juan Pablo II entra en la catedral.

Miles más harán fila para venerarla mientras continúa su peregrinación de 11 días por el sur de Florida. 

La reliquia es una ampolla de sangre - uno de las cuatro - conservadas de las tomadas a Juan Pablo II durante su última hospitalización, justo antes de su muerte en abril del 2005. Fue colocado en un relicario único de su tipo: un libro de los Evangelios, con sus páginas abiertas, similar al que se colocó encima del ataúd de Juan Pablo II durante la Misa de su funeral.

A un lado, el libro esculpido tiene la conocida imagen del báculo de Juan Pablo, el otro lado tiene la imagen grabada de su escudo de armas y las primeras palabras que pronunció después de convertirse en Papa: "No tengan miedo".
Ésta es la única reliquia viajera del Beato Juan Pablo II, quien será canonizado junto con el Beato Juan XXIII, el domingo después de Pascua del 2014, el día de la fiesta de la Divina Misericordia. La reliquia estuvo presente en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro este verano, y fue traído a la archidiócesis por Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.

Un joven venera la reliquia del Papa Juan Pablo II.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Un joven venera la reliquia del Papa Juan Pablo II.

La madre Adela Galindo, fundadora y superiora de la comunidad, explicó que se encontraba en Roma éste pasado mes de abril cenando con Monseñor Slawomir Oder, el postulador de la causa de Juan Pablo II para su canonización. Cuando mencionó la reliquia viajera, ella le dijo a él, “La quiero, la quiero para llevarla a la arquidiócesis”.

Él le respondió que tendría que esperar un poco, ya que en su calendario no había fechas disponibles hasta después del verano del 2014. Sin embargo, agregó: “Si Juan Pablo quiere ir, él va a abrir un espacio”.

Efectivamente, dijo la madre Galindo, cuando Monseñor Oder abrió su iPad para revisar el calendario, habían cancelado una visita para el mes de noviembre.

El 31 de octubre, la madre Galindo y la hermana Ana Margarita Lanzas, miembro de su comunidad, y directora de la Oficina Arquidiocesana para los Religiosos, recogieron la reliquia en Roma y volaron con él a Miami, llegaron aquí el 1ro. de noviembre. Ellas lo deben regresar a Roma el 23 de noviembre - la vigilia de la clausura del Año de la Fe.

Normalmente, la reliquia viajera debe ser acompañada por el postulador o vice-postulador de la causa de canonización, dijo la madre Galindo. “Fue una confianza que nos la hubieran dado a nuestra congregación”.
Explicó que la tradición católica de venerar las reliquias de santos se remonta a la época de San Pablo, como se describe en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 19: "Dios hacía milagros extraordinarios por medio de Pablo, incluso pañuelos y delantales que habían sido tocados por él, eran llevados a los enfermos y sus enfermedades se curaban y los espíritus malignos salían de ellos".

“Lo que sana es el poder de Cristo”, dijo la madre Galindo”, que vive en ésta persona que ha alcanzado una altura de amor heroico” - Lo que la Iglesia considera la santidad.

“A través de la santidad de estos hombres y mujeres es que nosotros vemos a Cristo de una forma viva y tangible”, agregó.

Juan Pablo II fue la presencia de Cristo para algunos mientras vivió, proporcionó un impulso para la sanación espiritual de muchos, motivándolos a volver a Dios y a los sacramentos.

“¿Qué movía a éstas almas? La presencia de Cristo en Juan Pablo II”, dijo la Madre Galindo.

De la misma forma, “objetos tocados por los santos tienen una comunión especial de la gracia sanadora de Cristo”, dijo ella.

SOBRE LAS RELIQUIAS

La Iglesia Católica distingue entre tres "grados" de reliquias:

  • Una reliquia de primera clase es parte del cuerpo de un santo, como una gota de sangre o un fragmento de hueso.
  • Una reliquia de segunda clase es un objeto que pertenecía a un santo, como un pedazo de su ropa o un libro de oraciones.
  • Una reliquia de tercera clase es algo que ha estado en contacto con una reliquia de primera clase.

En una entrevista concedida a Zenit, Monseñor Slawomir Oder, postulador de la causa de canonización de Juan Pablo II, explico: " ... siempre es necesario recordar que no se trata de un aspecto mágico: Las reliquias son un signo de la presencia de los santos entre nosotros, la señal histórica concreta. No es una realidad mágica, sino una remembranza de los valores de la persona, de su enseñanza".

Sólo hay cuatro reliquias de primera clase de la sangre de Juan Pablo II, que fueron preservadas por su secretario personal, el cardenal Stanisław Dziwisz, de los frascos de sangre tomadas para analizarlas, mientras el Papa estaba hospitalizado por última vez. Tres de ellas están permanentemente en las iglesias de Roma, Cracovia y Madrid. El cuarto es el que recorre el mundo y visitó Miami este mes.

Cualquier objeto que toca una reliquia —como las estampillas de oración y los pañuelos que las hermanas están repartiendo en cada parada - se convierte en una especie de reliquia por sí mismas. Como los cristianos en la época de San Pablo, tomaron sus "pañuelos y delantales" para los enfermos, entonces también los que veneran la reliquia de Juan Pablo II, deberán salir en misión, dijo la madre Galindo.

“Vayan a sus hogares y recen con sus enfermos, con sus familias, con sus hijos”, dijo ella. “Tomen como misión ir a rezar con los enfermos de los vecindarios”, o con los presos, o con los ancianos y enfermos. “Para que Juan Pablo II pueda llegar a ellos”.

La última parada pública de la reliquia en la Arquidiócesis será en la Iglesia y Centro Católico de Estudiantes de San Agustín en Coral Gables el 21 de noviembre. También hará paradas privadas en ambos seminarios; en el menor de Miami y en el mayor de Boynton Beach, en el Mercy Hospital de Miami, y en seis escuelas católicas.

La reliquia estará en la diócesis de Orlando el ocho de noviembre, y en la catedral de San Agustín, FL. el 11 de noviembre. El 17 de noviembre, las hermanas lo llevarán a la Diócesis de Peoria, Illinois, para el personal de la comunidad Juan Pablo II Catholic Newman Center de la Universidad del Estado de Illinois.

Para obtener una lista completa de los lugares y fechas de peregrinación, haga clic aquí.
Una mujer toca con un pañuelo la reliquia del Papa Juan Pablo II durante su primera parada en la arquidiócesis, en la Catedral de St. Mary.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Una mujer toca con un pañuelo la reliquia del Papa Juan Pablo II durante su primera parada en la arquidiócesis, en la Catedral de St. Mary.

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply