Article Published

Article_101220204327994_S

Homilies | Sunday, December 26, 2010

Fiesta de la Sagrada Familia

English Spanish
Homilía de Mons. Thomas Wenski durante la misa de television para el canal 23.

El domingo después de Navidad, celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia. Cuando los pastores fueron al establo de Belén, después de escuchar el anuncio de los ángeles con la buena nueva, encontraron a María, a José - y al bebé en el pesebre. Esta escena se representa en nuestros hogares y en nuestras iglesias durante la Navidad - y la misma nos invita a contemplar y meditar sobre lo que vemos y el misterio que se revela.

Vemos que los primeros testigos de Cristo se encuentran no sólo ante el Niño Jesús, sino también ante de una pequeña familia - una madre, un padre y el niño.

Cuando Dios decidió revelarse a sí mismo lo hizo dentro de una familia - y de una manera real la familia es un icono de Dios. Dios es amor - el amor de un marido y una esposa a quienes Dios hizo a su imagen y semejanza refleja el amor de la Santísima Trinidad, tanto en su unión en una sola carne como por su fecundidad en la creación de una nueva vida.

La fiesta de la Sagrada Familia nos recuerda el carácter sagrado de la institución de la familia misma. Para el florecimiento de la sociedad humana, la familia no es opcional. Juan Pablo II insistió al igual que los Padres de la Iglesia en el Concilio Vaticano II, que el bien de las personas y de la sociedad se ven afectada por el estado de salud de la familia. En otras palabras, familias saludables significan personas sanas y sociedades sanas. Es obvio que gran parte del desarreglo que se produce en la vida de las personas, o en la vida de la sociedad tiene sus raíces en los desarreglos que se encuentran en la desintegración de la familia hoy en día.

Como ya he dicho, para el florecimiento de la sociedad humana, la familia no es opcional - incluso para Dios. Cuando Dios decidió revelarse a sí mismo lo hizo dentro de una familia. Dios no necesitaba de José para hacer  Jesús - la Palabra se hizo carne en el vientre de la Virgen María por obra del Espíritu Santo y no a través de la acción humana. Pero Dios juzga necesario que Jesús sea criado por José, que estaba casado con su madre, María.

La familia entonces - fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer-es el camino donde los niños pueden mejor encontrar y conocer a Dios, es una escuela de fe y de valores, es donde la mutua entrega y la fidelidad del marido y la mujer proporciona un hogar seguro y protegido para que los niños crezcan mejor en la virtud y asuman sus propias responsabilidades como miembros de la sociedad y como ciudadanos de un país.

Cuando yo era todavía un párroco,  a menudo yo preguntaba a los hombres de la parroquia: ¿cuál era la mejor manera de mostrar a sus hijos que los aman. Escuché muchas respuestas. Algunos me decían - proveer para ellos, mientras que otros insistían - educarlos; unos replicaban- darles buen ejemplo y consejos. Todo esto, por supuesto, es cierto. Pero, yo les decía que la mejor manera de amar a sus hijos era simplemente amar a la madre de sus hijos. Y este amor se expresa mejor en una relación permanente, fiel y fecunda llamada matrimonio.

Por esta razón, la Iglesia invita a todas las familias a tomar a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo - todos los padres y todos los hijos deben tratar de imitar las virtudes que se encuentran en esa familia, pero también la Iglesia invita a todas las familias a encontrar en la Sagrada Familia consuelo y fortaleza. María es una madre para todos nosotros - pero debe ser, de una manera especial, madre para los que no tienen madre, y José, el padre de crianza de Jesús, también debe ser un protector y guía a todos y especialmente a aquellos que no tienen padres..

Ciertamente, la Sagrada Familia experimentó dificultades. Eran personas por un tiempo sin hogar - pues Cristo nació en un establo; eran refugiados - José tuvo que huir con María y el niño a Egipto (y ustedes pueden estar seguros de que José no esperó a cruzar la frontera legalmente). Al igual que todas las familias, la Sagrada Familia compartía tanto las alegrías como las tristezas. Durante este santo tiempo de Navidad, yo pido a Dios que sus familias compartan también ese amor que siempre estuvo presente en esa familia de Nazaret: Jesús, José y María.

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply